Las juntas electorales departamentales se reunieron este martes por primera vez desde el dictamen del pasado sábado y al filo de la noche de este martes casi todas, salvo una, habían programado para mañana la continuidad de su trabajo.
La jornada estuvo marcada por el pedido de la agrupación política Vamos, del presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, que exigió un recuento manual en la revisión de los resultados, mientras fiscales de otros partidos rebatieron su postura.
De igual forma, las juntas electorales departamentales, conformadas por voluntarios de la sociedad civil, se opusieron a la demanda al recordarle a los fiscales de Vamos que abrir las cajas para contar los votos no está especificado en la ley guatemalteca.
«Estamos observando como desde el inicio de las audiencias de revisión de escrutinio, el partido oficial empezó prácticamente a amedrentar y a amenazar a los miembros de las juntas electorales para que haya un conteo de votos abriendo las cajas en su totalidad», indicó Juan Guerrero, fiscal de la agrupación Semilla.
Mediante sus canales de comunicación, el diputado Román Castellanos, de la agrupación socialdemócrata Semilla, advirtió sobre los riesgos del proceso actual y del conteo que pide Vamos.
En su opinión, el partido oficial está «intentando abrir las urnas para sabotear el proceso electoral y eliminar a Semilla de la segunda vuelta electoral».
UNA REVISIÓN POLÉMICA
La decisión de revisar los resultados y no hacerlos oficiales por el momento fue determinada el pasado sábado por la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país, en un hecho sin precedentes desde el establecimiento de los comicios democráticos en 1986.
La resolución responde a una solicitud de nueve partidos de la política tradicional del país que alegan que antes de adjudicar los cargos se debe revisar nuevamente las actas de la votación celebrada el 25 de junio.
La suspensión de la corte, según expertos y analistas, genera un período de incertidumbre, ya que, por ejemplo, la reelección de los 13 magistrados del Supremo y renovación del Organismo Judicial, uno de los tres poderes del Estado, debió llevarse a cabo en 2019 y a la fecha se mantienen los mismos funcionarios que debieron dejar su cargo hace 4 años.
Los comicios presidenciales del 25 de junio fueron ganados por la ex primera dama Sandra Torres Casanova, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), seguida por el académico Bernardo Arévalo de León, de la agrupación socialdemócrata Semilla, que sorpresivamente se coló a la segunda vuelta tras arrasar en las zonas urbanas.
El segundo puesto del candidato de Semilla, agrupación nacida de las manifestaciones contra la corrupción en 2015, no estaba en las encuestas divulgadas en las últimas semanas, ya que lo ubicaban en un octavo lugar en la carrera presidencial.
La presidencia de Guatemala para el período 2024-2028 se definirá en una segunda vuelta el próximo 20 de agosto entre Torres Casanova y Arévalo de León, aunque su partido, Semilla, ha indicado que temen que se les impida participar por decisión de la corrupción Estado, tal y como sucedió con la remoción en la campaña electoral de tres candidatos que tenían posibilidades de ganar los comicios.