«Compartimos la visión del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) de que no se prevé que el actual brote en China vaya a tener un impacto significativo en la situación epidemiológica de la covid-19 en la región europea en este momento», dijo en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
El ECDC, organismo de referencia de la Unión Europea (UE) para epidemias, había descartado a finales de diciembre pasado que la subida de casos en China pudiera ser un «reto» para el continente, aludiendo a las características de las variantes y a la alta inmunidad y los índices de vacunación.
Kluge resaltó no obstante que es necesaria información «detallada y regular», especialmente sobre epidemias locales y variantes, para poder determinar mejor la evolución de la situación.
El máximo responsable de la región europea -que incluye a 53 países de ese continente y de Asia Central- reconoció que China ha compartido a varios niveles datos sobre secuenciación genómica y hospitalización y se mostró confiado en que irá llegando más información, lo que contribuirá a aumentar la confianza pública.
La adopción de medidas de precaución, sobre todo a los viajes, que han tomado algunos países para proteger a sus poblaciones no son «irrazonables», señaló Kluge, aunque enfatizó que deben estar basadas en la ciencia, ser «proporcionadas» y «no discriminatorias».
Kluge instó a no ser «complacientes» y consideró necesario «anticipar, detectar y responder» a tiempo para no poner más presión en unos sistemas sanitarios agotados después de tres años de pandemia.
E hizo un llamamiento a invertir de nuevo en vigilancia genómica, incluido el control de aguas residuales, y en proteger al personal sanitario.
Incrementar la vacunación de la población, administrar dosis adicionales a grupos prioritarios, promover el uso de mascarillas en interiores y en transporte público y ventilar espacios concurridos son algunas de las recomendaciones de la OMS, que recuerda que han sido «muy efectivas».