Los diestros mexicanos Luis David, Leo Valadez e Isaac Fonseca salieron por la puerta grande de la Plaza de Toros de El Carmen en Caxuxí.
Se registró más de tres cuartos de entrada, cuya recaudación se destinará a mejoras en esta plaza hidalguense.
No falló el hierro de Torreón de Cañas en su segunda presentación este 2022 en el pueblo de Caxuxí.
La divisa envió, a esta plaza del estado central mexicano de Hidalgo, una corrida de toros con trapío, no todos los astados lo tenían, y la suficiente casta para posibilitar una tarde, en la que lo más importante fueron los seis tercios de varas.
Incluso, el primero de la tarde acudió dos veces al caballo, algo raro de ver en México. Y no fue el único que requería repetir en el peto.
No fueron todos bravos, incluso alguno era manso. Sin embargo, el genio habitual de la casa Torreón de Cañas fue notorio toda la tarde.
Las tres espadas pudieron sumar trofeos para abrir la puerta grande de El Carmen.
Luis David, tras fajarse, pero no ceñirse a la media verónica con el primero, pidió justificadamente una segunda vara para el toro.
Con la muleta, inició citando con la rodilla doblada, ante la embestida violenta de su rival, que le fue superando por el pitón derecho.
En cambio, con la izquierda realizó algún pase profundo que le animó a pedir música para realizar la siguiente tanda de naturales, en los que alcanzó a templar y mandar, al igual que a partir de entonces con la derecha, aunque con las dos manos, sin asomarse demasiado al pitón contrario.
El Torreón de Cañas actuó con tendencia a salir suelto, favorecido por el sitio desde el que le citaba Luis David.
Erró con la espada el mexicano. Sus dos orejas llegaron con el cuarto de la tarde. Justo de presentación.
Se vio una buena vara aplicada por Daniel Morales. Faena sobre la mano izquierda aprovechando el viaje y en paralelo, con pases en redondo y llevando la cabeza del toro siempre adelantada.
Luis David mató recibiendo. Arrastre lento para el animal y dos orejas de premio al de luces.
Tarde gris de Leo Valadez. Logró oreja por toro rascando pases con el pico y dudando mucho con ambos. Una estocada recibiendo fue su único mérito para llevarse la oreja otorgada por el juez.
En cuanto al joven Isaac Fonseca, con el primero, buenas medias verónicas, suerte que realiza con hondura, y tras una suerte de varas en las que el animal acudió con decisión al caballo y acabó por derribar al equino, tras una dura pugna con el picador.
Fonseca, después de empezar entregado de rodillas, ya de pie, citó con dudas y simuló las primeras tandas con molinetes y otros adornos.
Logró meter al toro en la muleta en una tanda de derechazos ceñidos. Esa tanda y una estocada con acierto fueron sus razones, no suficientes, para las dos orejas.
Con el sexto, que debió recibir otra puya para disfrute de los presentes, hubo buenas tandas de Isaac por los dos pitones, pero faltas de calma, aceleradas al constatar que la bravura del postrero se diluía buscando los corrales.
Pudo terminar su labor con una estocada agónica y cortó su tercera oreja para cerrar el festejo.