La organización publicó un informe en el que presenta los resultados de una investigación sobre tres ataques específicos que causaron la muerte de civiles gazatíes.
«Sirviéndose de fotografías de fragmentos de armas, análisis de imágenes de satélite y testimonios tomados en decenas de entrevistas, la organización reconstruyó las circunstancias que rodearon tres ataques concretos, dos de ellos llevados a cabo por las fuerzas israelíes y, el tercero, perpetrado muy probablemente por grupos armados palestinos», señaló un comunicado de prensa de AI.
El primero de los incidentes analizados tuvo lugar el viernes 5 de agosto, poco después del comienzo de la «ofensiva preventiva» israelí contra objetivos de la YIP, que se prolongó durante tres días. En aquel episodio, según sugiere AI, un tanque del Ejército israelí disparó deliberadamente contra la residencia de una familia en un pueblo del sur de Gaza, causando la muerte de una joven de 22 años, Duniana al Amour.
El segundo episodio se produjo el domingo 7 de agosto, cuando un proyectil impactó en un cementerio del norte la Franja. En aquel incidente murieron cinco niños palestinos. Israel primero dijo que se trataba de un lanzamiento fallido de la YIP, pero fuentes de seguridad alertaron poco después a medios locales que se podría tratar de un bombardeo israelí.
«La ausencia de objetivos militares aparentes indica que el ataque podría haber sido un ataque directo deliberado contra la población civil o bienes de carácter civil y, por tanto, constituir un crimen de guerra», indicó AI sobre este episodio.
«El experto en armas de Amnistía Internacional (AI) determinó que las piezas metálicas finalmente mecanizadas fotografiadas por el trabajador sobre el terreno podían ser fragmentos de un misil guiado israelí. Residentes locales informaron de que habían oído el sonido de un dron que sobrevolaba la zona poco antes del ataque», informó Amnistía Internacional.
El tercer incidente analizado tuvo lugar la noche del 6 de agosto, dentro de un campo de refugiados en el norte de la Franja. Allí, un proyectil impactó en una carretera, matando a siete civiles, incluyendo cuatro menores.
«Amnistía Internacional cree que hay suficientes pruebas que indican que el ataque contra el campo para personas refugiadas de Yabalia fue consecuencia de un cohete perdido lanzado por grupos armados palestinos, aparentemente dirigido contra territorio israelí», destacó el informe, que cuestionó además que grupos armados palestinos disparen «indiscriminadamente miles de cohetes contra pueblos y ciudades israelíes, infringiendo el derecho internacional».
La escalada de violencia de comienzos de agosto fue la más sangrienta desde el repunte de tensión de mayo de 2021. Además de los 51 fallecidos gazatíes registrados por el Ministerio de Sanidad palestino, cientos resultaron heridos y las pérdidas materiales y en materia de infraestructura fueron severas y agravaron aún más la crisis humanitaria en el bloqueado enclave.
Del lado israelí, por otra parte, no se registraron víctimas fatales y de los cerca de 40 heridos contabilizados, la mayoría sufrieron daño mientras corrían a los refugios antiaéreos y cuatro fueron heridos por el impacto de proyectiles lanzados desde Gaza.
«Con motivo de la publicación de este nuevo informe, Amnistía Internacional ha reclamado al Gobierno español, en una carta enviada a la Junta Interministerial que autoriza dichas exportaciones antes de su reunión mensual esta misma semana, la suspensión inmediata de la venta de armas a Israel hasta que se tomen medidas sustantivas para garantizar que no existe un riesgo sustancial de que este material sea utilizado para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional», exigió el informe.