«Esta semana no ha habido ningún salto significativo más en los precios, a pesar de que Nord Stream 1 se ha desconectado. Esto podría significar que los mercados ya han descontado la pérdida del suministro de gas ruso y que hemos alcanzado una meseta en el precio del gas», dijo en una entrevista que publica hoy la edición dominical del «Bild».

Agregó que queda por decidir si estos precios más altos debidos al corte del gas ruso tendrán que repercutirse a corto plazo.

El jueves, Müller aún había advertido de una triplicación como mínimo de los precios del gas para los consumidores a partir de 2023 y calificó de «absolutamente realista» que clientes que actualmente pagan 1.500 euros al año tengan que desembolsar 4.500 euros y más en el futuro.

Desde junio, el consorcio gasístico ruso Gazprom había recortado significativamente el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream 1, por el que últimamente ya fluía sólo un 40 % del volumen habitual, debido, según Moscú, a la falta de una turbina que estaba siendo revisada en Canadá.

Debido a las sanciones impuestas por la guerra de Ucrania, Canadá se negó inicialmente a devolver la turbina a Rusia, pero luego se mostró de acuerdo con la variante de entregarla a Alemania.

Desde el lunes, el gasoducto dejo de operar por tareas regulares de mantenimiento, que en principio deberían concluir el próximo jueves, pero crece el temor a que Rusia no restablezca el flujo en esa fecha.