Los cadáveres, de seis mujeres y un hombre joven, fueron descubiertos este viernes, cuando «el propietario de la granja se encontró con cuerpos sin vida de trabajadores agrícolas» dentro de la casa en la vivían los empleados, indicaron las fuerzas del orden en un comunicado.

El comisario de la Policía provincial, teniente general Baile Motswenyane, ordenó «una movilización urgente de los máximos recursos para asegurarse de que los perpetradores sean llevados ante los tribunales».

Este sábado por la mañana, dos hombres, de 22 y 34 años, fueron detenidos en una carretera a las afueras del municipio de Bohlokong, en Free State, en relación con el tiroteo de las siete personas, confirmó el portavoz de la Policía, brigadier Motantsi Makhele, citado por el canal local News24.

Makhele señaló que los agentes se incautaron de dos armas de fuego, una escopeta y una pistola de perdigones que, al parecer, fueron robadas de la misma granja, y mencionó la posibilidad de que se cometiera el crimen con alguna de esas armas.

El suceso ocurrió después de que este jueves cinco personas fallecieran por disparos de una banda en el barrio de Alexandra, en Johannesburgo, y una sexta implicada en ese incidente muriera al día siguiente por la gravedad de sus heridas.

El pasado fin de semana, además, un total de 18 personas murieron en dos tiroteos en bares ocurridos en Johannesburgo y Pietermaritzburg (este).

A finales del pasado junio, asimismo, 21 adolescentes murieran en un bar del sureste de Sudáfrica en circunstancias aún sin esclarecer, si bien filtraciones policiales en la prensa local apuntaron en un principio a hipótesis de intoxicación.

La sucesión de estas tragedias ha reavivado el debate sobre el grave problema de la inseguridad en el país y sobre el consumo de alcohol.