Borísov, que cumplirá en diciembre 64 años y que nació en la región rusa de Tver, tiene grandes retos por delante, algunos de los cuales se los ha puesto sobre la mesa su antecesor, Dmitri Rogozin, que ha destacado en los últimos meses por defender a ultranza la campaña militar rusa en Ucrania y por amenazar a los socios de Rusia en la Estación Espacial Internacional (EEI).
CONOCE LA AGENCIA ESPACIAL
El nuevo jefe de Roscosmos no es un recién llegado a este mundo, ya que presidía desde 2018 la junta de supervisión de la agencia espacial rusa y por tanto conoce su funcionamiento.
Pero los problemas se le acumularán al ex viceprimer ministro ruso encargado hasta ahora de supervisar el trabajo del complejo militar e industrial de Rusia y un viejo conocido de Cuba y Venezuela, a donde ha viajado en varias ocasiones en los últimos años.
Occidente ha sancionado a dos empresas del sector espacial dedicadas a la investigación de la ingeniería mecánica y de cohetes.
También ha restringido la exportación de bienes y alta tecnología con la intención de debilitar sectores rusos estratégicos, incluido el militar y la industria aeroespacial, y ha congelado buena parte de experimentos y proyectos conjuntos en la EEI, la Luna y Marte.
Así, proyectos de cooperación de gran importancia para Rusia han sido suspendidos por la Agencia Espacial Europea (ESA) como el programa de exploración de Marte ExoMars y el envío de las misiones lunares Luna-25, 26 y 27.
LA LUNA, MARTE Y UNA NUEVA ESTACIÓN
Rogozin ya ha dicho que Rusia seguirá adelante con sus misiones lunares, especialmente la primera del nuevo programa, Luna-25, pero la retirada de la tecnología europea puede poner en peligro la fecha de su lanzamiento, previsto para el tercer trimestre.
Este mes un directivo de Roscosmos admitió que hubo una serie de problemas técnicos durante las pruebas terrestres de Luna-25.
El ya ex director general de Roscosmos también anunció que Rusia continuará con su parte del proyecto ExoMars a nivel nacional o con la participación de socios de «países amistosos».
Una de las tareas más complicadas de Borísov, condecorado con diversas distinciones entre las que destaca la de Héroe de Rusia (2018) y la orden de Alexandr Nevski, será preparar el lanzamiento de una estación espacial propia de Rusia en 2025, según los planes iniciales de su antecesor.
La negativa de la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) a levantar las sanciones contra dos empresas civiles rusas dedicadas a la investigación de la ingeniería mecánica y a los cohetes, provocó la decisión de Moscú de abandonar la EEI justo cuando se debate prolongar su vida hasta 2030.
No ha revelado aún la fecha de su salida del proyecto, pero ha indicado que seguirá participando con sus socios en la plataforma orbital internacional hasta que tenga su propia estación.
En principio, Borísov, con un carácter menos locuaz que Rogozin, mucho menos mediático y poco conocido para el público general, tiene la autorización del Gobierno ruso para llevar a cosmonautas a la EEI hasta 2024.
MILITAR Y CONOCEDOR DE TECNOLOGÍA
El nuevo jefe de Roscosmos se graduó en 1974 de la Escuela militar de Kalinin (actualmente en la región de Tver) y en 1978 de la Academia de Mando Superior Pushkin con especialización en radioelectrónica para la defensa antiaérea.
Doctor en Ciencias Técnicas, en 1985 se licenció en Facultad de Matemática Computacional y Cibernética de la Universidad Estatal de Moscú Lomonosov.
Los intereses de Borísov abarcan amplias áreas de tecnologías de la información, telecomunicaciones, así como diseño y fabricación de productos microelectrónicos.
De 1974 a 1998 sirvió como oficial en las Fuerzas Armadas de la URSS y la Federación Rusa.
En 1981 fue enviado por el mando militar las Fuerzas Armadas de la URSS al Ministerio de Tecnología de Radio, donde trabajó en distintos cargos en el Instituto de Investigación Científica.
Entre 1998 y 2004 fue director general del centro científico y técnico «Módulo».
Posteriormente y hasta 2008 trabajó en la Agencia Federal de Industria rusa, Rosprom, donde dirigió el departamento de radioelectrónica y llegó a ocupar el cargo de subdirector.
Y FINALMENTE POLÍTICO
De 2008 a 2011 se desempeñó como viceministro de Comercio e Industria de Rusia y supervisó la estrategia nacional de desarrollo de la industria radioelectrónica.
De 2011 a 2012 fue primer vicepresidente de la Comisión Industrial Militar adjunta al Gobierno ruso, para después ocupar hasta 2018 el cargo de viceministro de Defensa.
Allí se encargó de asuntos relacionados con el rearme del Ejército.
En 2012 encabezó la cátedra de Electrónica del Instituto de Nanotecnologías en Electrónica de la Universidad de Investigaciones Nucleares MIFI.
Entre 2014 y 2018 fue secretario de la Comisión Industrial Militar.