Líder chií iraquí congrega una multitud ante bloqueo para forma Gobierno

En un mensaje leído a la multitud por el imán Mahmoud al Jiashi, Al Sadr, que hace un mes ordenó a los diputados de su movimiento político abandonar su escaños ante la imposibilidad de avanzar en la formación de un Ejecutivo, Al Sadr criticó al bloque parlamentario proiraní que tras esa decisión se convirtió en el mayoritario en el Parlamento.

“Estamos en un camino difícil y duro, ante el proceso de formar gobierno por algunos de los que no pensamos bien y que ya comprobamos su trabajo antes y no tuvieron éxito (…). No repitáis lo experimentado, porque se repetirá el mismo resultado”, afirmó Al Sadr en su discurso.

Al Sadr convocó hace días a sus seguidores a acudir a la oración del viernes, la más importante de la semana para los musulmanes en Ciudad Sadr, una barriada de Bagdad bautizada en honor de su padre, asesinado por el régimen del exdictador Sadam Husein (1979-2003), como una forma de protesta ante la situación política.

Aunque señaló en esa convocatoria que no quiere causar una rebelión, ante los cientos de miles de seguidores (un millón y medio según el movimiento Sadrista) que acudieron este viernes a la cita, instó a liberarse de todo rastro de la ocupación estadounidense del país tras el derrocamiento de Sadam Husein y al desarme de la miriada de milicias que siguen activas en el país.

«No se puede formar un gobierno iraquí fuerte con la presencia de armas y milicias armadas descontroladas, por eso tienen que ser valientes para anunciar disolver todas las fracciones”, indicó.

Buena parte de estas milicias, agrupadas bajo el nombre de Multitud Popular, una organización que contribuyó a la derrota del grupo terrorista Estado Islámico, son proiraníes y apoyan a los diputados que ahora controlan el ahora bloque mayoritario del Parlamento.

Los partidos respaldados por esos grupos armados sufrieron un duro revés en las elecciones parlamentarias celebradas en febrero con la pérdida de varios escaños, mientras que el Bloque Sadrista obtuvo el mayor número de diputados.

Sin embargo, este no pudo elegir presidente y proponer a un primer ministro por el bloqueo propiciado por varias fuerzas lideradas por los proiraníes, ante lo que Al Sadr tomó la decisión de retirar a sus diputados.

Más de un mes después, la situación sigue estancada en el Legislativo y los bloques parlamentarios no han conseguido llegar a un acuerdo para renovar los máximos cargos del país.

Según el sistema sectario establecido en Irak tras la caída de Sadam Husein, el presidente del Parlamento debe ser un musulmán suní, el primer ministro un chií y el jefe de Estado un kurdo.

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