«En algunas de las zonas más afectadas del país, como la provincia de Kaga Bandoro (centro-norte), sólo hemos podido comprar el 25 % del combustible que necesitamos este mes, lo que nos impide a ayudar a las familias necesitadas», dijo el director para RCA de NRC, Tchatat Yakwa Godain Powel.
«La escasez de combustible está añadiendo otra crisis a una crisis ya existente», lamentó el trabajador humanitario.
Además, muchos vuelos humanitarios dentro del país se han suspendido por la falta de disponibilidad de combustibles. impidiendo que los trabajadores humanitarios puedan trasladarse hasta las zonas más necesitadas y transportar todo tipo de materiales.
Según la última actualización del Servicio Aéreo Humanitario de la ONU (UNHAS), los vuelos desde Bangui, la capital, a Kaga Bandoro o Alindao (sur) se han reducido desde tres veces por semana a una vez cada dos semanas.
Este escenario se produce en un momento en el que el 63 % de la población del país necesita asistencia humanitaria para sobrevivir, después de una larga crisis política y un aumento de la violencia armada durante los últimos meses.
Además, la subida del precio de los productos básicos está empeorando aún más el escenario humanitario de la RCA, con 2,4 millones de personas padeciendo en la actualidad «inseguridad alimentaria aguda».
Según el NRC, esta inflación se debe a que los países vecinos de la RCA, de los que esta nación depende en buena medida para la importación de alimentos y cereales, son enormemente dependientes, a su vez, de las exportaciones procedentes de Rusia y Ucrania.
En los últimos meses, el precio de la harina de trigo en la RCA ha aumentado un 50 %, señaló esta organización humanitaria.
El pasado 5 de julio, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó de que 2,2 millones de personas sufren hambre severa en la RCA, casi la mitad de su población total.
En la actualidad, según datos de la ONU, más de 160.000 niños de la RCA sufren desnutrición aguda, pero dos tercios de ellos no reciben ningún tipo de apoyo debido a la escasez de fondos de las organizaciones humanitarias que trabajan en el país y el aumento de los costos operativos.
La desnutrición aguda debilita el sistema inmunológico de los que la padecen, poniéndolos en riesgo de enfermar y morir, y, si no es tratada a tiempo, también puede alterar gravemente el desarrollo físico y cerebral de los niños.
La República Centroafricana está sumida en un escenario de violencia sistémica desde 2012, cuando una coalición de grupos rebeldes de mayoría musulmana -los Séléka- tomó Bangui y derrocó al presidente François Bozizé, lo que dio pie a una guerra civil.
Como resistencia contra los ataques de los Séléka se crearon milicias cristianas anti-Balaka que, como el primer grupo, terminaron divididos en varias facciones armadas.
Pese a la firma de un acuerdo de paz de 2019 y el alto el fuego unilateral de octubre de 2021, dos tercios del país -rico en diamantes, uranio y oro- están controlados por milicias.