“La Unión Europea condena en los términos más firmes posibles estos continuos ataques indiscriminados contra objetivos civiles, incluidos hospitales, instalaciones médicas, escuelas y refugios. Esta atrocidad en Vínnytsia es la última en una larga serie de ataques brutales que fijan como objetivos civiles e infraestructuras civiles”, aseveró la CE en un comunicado emitido en el marco de la Guerra Ucrania – Rusia.

En concreto, la nota la firmaron el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.

Ambos aseguraron que el ejército ruso está dejando «un rastro de sangre en Ucrania» y que miles de civiles «ya han sido asesinados».

“Este comportamiento bárbaro de Rusia, con absoluto desprecio por el Derecho Internacional Humanitario, debe cesar de inmediato”, declararon.

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Agregaron que la población civil ucraniana «sigue pagando un alto precio en esta guerra, debido al desprecio fundamental de Rusia por el derecho internacional humanitario, y se enfrenta a la muerte, la violencia, incluida la violencia sexual, las deportaciones forzadas y la destrucción».

«No puede haber impunidad para las violaciones y los crímenes cometidos por las fuerzas rusas y sus superiores políticos. Todos aquellos responsables por estas atrocidades deberán rendir cuentas por sus acciones, de acuerdo con el Derecho Internacional», subrayaron Borrell y Lenarcic.

Un ataque ruso con misiles lanzados desde el mar Negro contra el centro de Ucrania causó el jueves al menos 22 muertos, en lo que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó de «acto abierto de terrorismo» y que utilizó como ejemplo para pedir un tribunal especial para juzgar la agresión de Rusia.

“Los rusos atacaron el centro de Vínnytsia con misiles de crucero Kalibr lanzados desde un submarino en el mar Negro”, indicó el jefe adjunto de la Oficina del Presidente de Ucrania, Kyrylo Tymoshenko.

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