Díaz-Canel hizo estas declaraciones en una entrevista radiofónica -reproducida por distintas emisoras de América Latina- con el politólogo argentino Atilio Borón, que se encuentra actualmente en Cuba con motivo de la Feria Internacional del Libro (FIL) de La Habana.
«Se ha estado procesando judicialmente a los que cometieron delitos, fundamentalmente violentos. No se ha procesado a ninguna persona por hablar en contra de la revolución. Eso es una mentira», afirmó.
Con respecto a los menores de edad, manifestó que «es mentira que haya alguien preso por debajo de 16 años» y consideró que las condenas a jóvenes de 16 y 17 años se han realizado con «suma racionalidad judicial».
Según la Fiscalía General de Cuba, un total de 790 personas han sido procesadas por las protestas del 11 de julio, de los que 55 tienen entre 16 y 17 años. La edad mínima penal en Cuba son los 16.
Además, agregó la fiscalía, se les aplicó «el procedimiento legal establecido» a 27 niños de menos de 16 años. Diez fueron internados en escuelas de formación integral y de conducta y a 17 se les aplicó «la medida de atención individualizada» en su propia escuela.
La ONG Prisoners Defenders, por su parte, aseguró en su último recuento que a finales de marzo había en las cárceles cubanas 891 personas por las protestas del 11 de julio y ha registrado medidas contra al menos 26 adolescentes de entre 14 y 17 años.
Díaz-Canel consideró asimismo que «los juicios se han llevado a cabo con pleno respeto a la ley, con todas las garantías y con total limpieza y transparencia», frente a las críticas de que en los procesos no se está siguiendo el debido proceso.
Agregó además el presidente cubano que sólo se ha actuado penalmente contra «una mínima cantidad» de los manifestantes del 11 de julio.
El presidente de Cuba denunció la «hipocresía» y el «doble rasero» de Estados Unidos en su valoración de estas protestas y habló de un intento de «golpe blando» orquestado desde Washington.
Consideró que el Gobierno de Estados Unidos «apostó a que la revolución cubana se caía», pero «nada de eso» ha sucedido.
Señaló que el «bloqueo recrudecido» de Estados Unidos sobre Cuba «genera tensiones extraordinarias sobre todo en medio del esfuerzo del país para enfrentar la pandemia».
Las sanciones de Estados Unidos, destacó, tienen «consecuencias sociales» y refirió problemas con los combustibles, las remesas, el comercio exterior y el acceso a financiamiento.
El pasado 11 de julio se produjeron en Cuba las mayores protestas antigubernamentales en décadas, unas manifestaciones que tuvieron como principal causa la grave crisis económica que atraviesa el país.