Los periodistas Murat Agirel y Baris Pehlivan fueron condenados a cuatro años y ocho meses de cárcel, y a tres años y nueve meses, respectivamente. Ambos periodistas informaron en las redes sociales de su ingreso en prisión.
Agirel escribió en su Twitter: “Aquellos que no pudieron refutar nada de lo que he escrito hasta ahora piensan que pueden silenciarme con una injusticia. No os quedéis callados, no tengáis miedo, no os acostumbréis a ello”.
Los dos periodistas informaron del funeral -en febrero de 2020- de un oficial de la Organización Nacional de Inteligencia (MIT) que operaba en Libia y en septiembre de ese año fueron condenados, después de pasar seis meses en prisión preventiva.
Turquía intervino en 2020 para apoyar al Gobierno de trípoli, reconocido por la ONU, y se ha convertido en unos de los actores fundamentales -junto a Rusia- en el país, que actualmente está en medio de un frágil alto el fuego.
La ley turca castiga con hasta nueve años de prisión la revelación de la identidad de miembros de los servicios secretos.
Los acusados defendieron su inocencia subrayando que sólo hicieron su trabajo como periodistas y que la información que difundieron ya se hallaba en las redes sociales.
Tras la sentencia de 2020, Amnistía Internacional pidió la liberación de los periodistas y acusó a las autoridades de un “uso arbitrario” de las leyes antiterroristas y de secretos de Estado para atacar la libertad de prensa
De acuerdo con el Sindicato de Periodistas Turcos, en diciembre de 2021 había 34 informadores en la cárcel.