“La detención del profesor Turnell es injusta y rechazamos las acusaciones en su contra”, subrayó en un comunicado la ministra australiana de Exteriores, Marise Payne.
El economista australiano trabajaba como asesor de la derrocada líder birmana, Aung San Suu Kyi, cuando fue arrestado hace un año y es juzgado bajo la acusación de vulnerar la ley de Secretos Oficiales, castigada con hasta 14 años de prisión.
“Una vez más, pedimos la inmediata liberación del profesor Turnell”, indicó la canciller al asegurar que están brindado “toda la asistencia consular posible” al acusado, incluido un seguimiento sobre su “estado de salud y bienestar durante su detención”.
“De acuerdo con los estándares básicos de justicia y transparencia, esperamos que el profesor Turnell tenga acceso sin obstáculos a sus abogados y que los funcionarios australianos puedan observar el proceso judicial”, señaló Payne.
Una de las pocas ocasiones en la que los militares birmanos han mostrado en público a Turnell fue durante la campaña de vacunación contra la covid-19, cuando en julio de 2021 el diario oficialista The Global New Light of Myanmar publicó una foto de las autoridades sanitarias administrando la dosis al economista australiano.
El golpe de Estado militar de febrero de 2021 ha sumido al país en una profunda crisis política, social y económica, y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive Birmania desde hace décadas.
El Ejército justifica el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones de noviembre de 2020, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.
Al menos 1.519 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados desde el golpe, según los datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también cifra en casi 12.000 los opositores detenidos.