En Ankara, decenas de personas marcharon por dos barrios céntricos entre gritos de «Gobierno, dimisión», apoyados por otros que desde los balcones hicieron caceroladas, con la policía intentando impedir las protestas, informa el diario «Birgün».
La policía dispersó con gas lacrimógeno una protesta de los estudiantes de la universidad ODTÜ en la capital, deteniendo a una persona, señalaron los participantes en las redes sociales.
También en Estambul y en Esmirna hubo al anochecer pequeñas manifestaciones callejeras y en varios barros se registraron caceroladas, informa el diario «Evrensel», mientras que la policía acordonó la céntrica plaza de Taksim para impedir protestas, según el periódico «Cumhuriyet».
La lira perdió este martes un 11 % de su valor, situándose en las 13 unidades por dólar y las 14,5 por euro, acumulando así una pérdida del 20 % desde el martes pasado y un 37 % desde inicios del año.
El desplome se inició ayer por la tarde tras un discurso del presidente, Recep Tayyip Erdogan, en el que defendió la política de bajar los tipos de interés por debajo de la inflación, actualmente en un 20 %, para crear empleo y arremetió contra quienes «suben los precios con el falso pretexto del valor de divisas».
El encarecimiento del coste de vida es obvio en las tiendas de Turquía, donde algunos comerciantes aseguran que deben cambiar las etiquetas de precio «a diario», porque también el coste de los productos locales depende del mercado de divisas, dado que el país importa numerosas materias primas, además de carburante y energía.
«Tengo que subir los precios. Cuando el euro estaba a 8 liras (en verano del año pasado), pedí prestados 3.000 euros y ahora no sé cómo devolverlos», dijo a Efe hoy un mecánico de coches en Ankara, habitual votante del partido de Erdogan, AKP.
La semana pasada, dos de los mayores partidos de la oposición, el socialdemócrata CHP y el derechista IYI, hicieron un llamamiento para adelantar las elecciones, fijadas para junio de 2023, pero Erdogan rechazó la petición e indicó que se mantendrá la fecha prevista.
El ex primer ministro Ahmet Davutoglu, antiguo aliado de Erdogan y desde 2019 líder del pequeño partido extraparlamentario Gelecek (Futuro), se reunió hoy con el dirigente del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, y después tuiteó que «no se necesitan elecciones anticipadas, sino inmediatas», para salvar el país del desastre.
Aydin Ünal, hasta 2018 diputado del AKP, el partido islamista de Erdogan, y durante varios años responsable de escribir los discursos del presidente, afirmó en Twitter que Turquía «está al borde del desastre» y pidió nombrar como gobernador del Banco Central a un personaje «independiente» para instaurar una política económica diferente.