En su primera rueda de prensa desde el inicio el domingo de la cita en Glasgow (Escocia), el director de Oxfam, Dhananjayan Sriskandarajah, dijo estar “muy preocupado por la falta de ambición y poco detalle” que se percibe en las negociaciones que se celebran hasta el 12 de noviembre para hallar un consenso global a fin de limitar a 1,5 grados el calentamiento del planeta este siglo.
En especial, el activista destacó la insuficiente atención prestada a una de las principales metas que tiene esta cumbre,:que los países ricos aporten al menos 100.000 millones de dólares anuales para que los pobres, menos responsables históricamente de las emisiones de gases invernadero, puedan adaptarse y mitigar sus efectos.
Sriskandarajah apuntó que la confianza de los Estados con menos recursos en estas negociaciones se ve socavada por la falta de solidaridad en la distribución de la vacuna contra la covid, que impacta en la recuperación económica tras la pandemia.
“Estamos presenciando un apartheid de vacunas. Los países en desarrollo tienen acceso a un 1 % del suministro mundial, mientras que los ricos las acaparan y se oponen a ceder patentes y derechos intelectuales” para que estos preparados puedan fabricarse en otros lugares, dijo.
El Gobierno británico, anfitrión de la COP26, ofreció vacunar a todos los delegados a la cumbre del clima que lo pidieran, pero muchas organizaciones de la sociedad civil y otros observadores no han podido viajar a Glasgow por dificultades añadidas como restricciones sanitarias y el alto coste del desplazamiento y la estancia.