La agenda de los líderes de las veinte potencias dará inició a las 9.00 locales (8.00 GMT) con una foto de familia en la Fontana de Trevi, en el centro de la capital italiana, donde tiene lugar esta cumbre organizada por la presidencia de turno de Italia.
Hora y media después se verán en el centro de congresos de la «Nuvola», en el barrio del EUR, blindado para la ocasión, para, en primer lugar, asistir a un panel sobre el papel del sector privado en la batalla contra la emergencia climática.
Un encuentro que estará presidido por el príncipe Carlos de Inglaterra.
Acto seguido el G20 mantendrá dos reuniones: una sobre el medioambiente y otra sobre desarrollo sostenible; luego el primer ministro anfitrión, Mario Draghi, dará una rueda de prensa con las conclusiones de la cumbre, en torno a las 16.15 locales (15.15 GMT).
En el foro participan los jefes de Estado o de Gobierno de los veinte países más industrializados de forma presencial tras la del año pasado, en Riad, que se desarrolló virtualmente por la pandemia.
A Roma acudieron el presidente estadounidense, Joe Biden, así como el de Francia, Emmanuel Macron; la canciller saliente de Alemania, Angela Merkel; el primer ministro británico, Boris Johnson, o Pedro Sánchez, presidente de España, país invitado permanente.
De América Latina han llegado el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el de Brasil, Jair Bolsonaro, mientras que México está representado por su canciller, Marcerlo Ebrard.
Además están los líderes de Australia, Canadá, Japón, India, Indonesia, Sudáfrica, Arabia Saudí, Corea del Sur, Turquía, mientras que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el de China, Xi Jinging, participaron por vídeoconferencia.
La primera jornada, la del sábado, concluyó con un acuerdo para la imposición de un impuesto mínimo global para multinacionales, así como con llamamientos a favor del multilateralismo, la paridad de género y la necesidad de compartir vacunas con los países pobres.
Por la noche los líderes fueron invitados a una cena en el romano Palacio del Quirinale, sede de la Jefatura del Estado, y el presidente Sergio Mattarella apostó por la colaboración entre países para afrontar los problemas del mundo.
«La pandemia ha evidenciado, de forma dramática, que nadie, más allá de las dimensiones de su economía, es capaz de afrontar solo problemas que tienen que ver con las condiciones generales de la humanidad», defendió el jefe de Estado italiano en la audiencia.