De acuerdo al gobierno metropolitano, Koike fue ingresada en la víspera por segunda vez en cuatro meses debido a una grave fatiga y por recomendación médica deberá descansar aproximadamente una semana.
La gobernadora de Tokio ya había sido ingresada el pasado 22 de junio debido al exceso de trabajo vinculado a la gestión de la pandemia de covid-19 y que coincidió con los preparativos finales para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del pasado verano.
Tras una semana ingresada recibió el alta hospitalaria el día 30 del mismo mes y se incorporó al trabajo de forma telemática, aunque durante la competición internacional, que comenzó a finales de julio, ya había asumido plenamente sus funciones.
De acuerdo a las informaciones recogidas en los medios locales de comunicación, la gobernadora habría mantenido un alto ritmo de trabajo durante estos últimos meses, incluyendo los fines de semana.
Sumado a la celebración del evento deportivo, la ciudad de Tokio hizo frente en agosto a la peor ola de contagios en el país desde que se inició la pandemia y que alcanzó récords en la capital, el área más golpeada por las infecciones.