«La ministra de Exteriores, Mariam al Sadeq, recibió una llamada de su homólogo estadounidense, Antony Blinken, en la que las dos partes abordaron los pasos que Estados Unidos puede tomar para apoyar la lucha del pueblo sudanés contra el golpe militar», señaló ese departamento en un comunicado publicado en su página oficial de Facebook.
En el texto, Al Sadeq aseguró que las fuerzas militares conjuntas que llevaron a cabo el golpe siguen ejerciendo «una violencia excesiva» contra manifestantes pacíficos e «interrumpiendo los servicios de comunicación e Internet para encubrir estos crímenes».
Desde el golpe de Estado perpetrado por los militares el pasado lunes, el acceso a internet está restringido y las líneas telefónicas sufren interrupciones.
Al Sadeq también aseguró que el primer ministro Abdalá Hamdok, arrestado y depuesto por los generales el lunes, insiste en «la legitimidad de su Gobierno, insta a los ciudadanos a mantener la paz y a continuar su resistencia al golpe y la lucha civil en las protestas del próximo 30 de octubre».
Ese día están convocadas protestas multitudinarias, después de las espontáneas que se registraron el lunes, cuando murieron diez personas y otras 140 resultaron heridas, según la Asociación de Profesionales de Sudán, que lideró las manifestaciones que llevaron en 2019 al derrocamiento del dictador Omar al Bashir.
Esta semana se han producido limitadas movilizaciones en las calles y huelgas de trabajadores en protesta por el golpe que puso fin a la transición democrática iniciada hace unos dos años tras la caída de Al Bashir y en la que militares y civiles compartían el poder.
Además de Hamdok, otros ministros y representantes políticos fueron detenidos, incluido el hermano de Al Sadeq, según ella misma denunció ayer.