«¡Victoria largamente esperada de Ucrania en un tribunal de Ámsterdam! El oro de los escitas regresa a Ucrania. Nosotros siempre recuperamos lo que es nuestro. Primero recuperamos el oro de los escitas y después, Crimea», dijo Zelenski en su cuenta de Twitter.
EL tesoro, que incluye más de 2.000 piezas valoradas en más de un millón de euros procedentes de cuatro museos de Crimea, fue expuesto en el Museo arqueológico Allard Pierson de Ámsterdam desde febrero de 2014, un mes antes de la anexión rusa de la península ucraniana.
Una vez terminada la exposición, la pinacoteca holandesa no sabía a quién devolver los objetos arqueológicos y decidió esperar a la decisión judicial. Una corte de Ámsterdam falló a favor de Ucrania en 2016, pero los museos crimeos apelaron el fallo ante el tribunal de distrito de la misma ciudad.
Hoy la Corte de Ámsterdam ratificó la decisión inicial y sentenció que los objetos han de ser devueltos a Ucrania.
«No solo hemos recuperado piezas de museo, sino parte de nuestro código nacional, reliquias que son testimonio de los mil años de nuestra historia», explicó Dmitri Kuleba, ministro de Exteriores ucraniano.
Mientras, el Ministerio de Cultura de Rusia emitió un comunicado en el que expresó su apoyo a los museos crimeos y recordó que dichos objetos fueron hallados por los arqueólogos justo en territorio de la península, por lo que pertenecen a sus instituciones culturales.
Y recordó que aún no todo está perdido, ya que aún falta por conocer la decisión de los tribunales de casación, ya que el fallo de hoy todavía puede ser recurrido ante el Tribunal Supremo de Países Bajos.
El jefe del comité de asuntos internacionales de la Duma o cámara de diputados rusa, Leonid Slutski, acusó al tribunal de Ámsterdam de «ponerse del lado de la política, no de la verdad».
«En resumen, esto es un asalto cultural multiplicado por la rusofobia. A los crimeos les han robado su patrimonio cultural nacional», dijo.
El diputado recordó que la parte crimea expuso como argumento que dicho tesoro se encontraba en sus museos antes de que el territorio pasara a formar parte en 1954 de la república socialista soviética de Ucrania.
«Indignante, injusta e ilegal decisión, aunque esperada a la vista de la parcialidad de los tribunales europeos y su hostilidad hacia Rusia y Crimea», dijo Serguéi Axiónov, líder crimeo.
Tras la anexión rusa de Crimea, rusos y ucranianos iniciaron una disputa sobre el derecho a recuperar los tesoros de la exposición «Crimea: oro y secretos del mar Negro».
Holanda, que mantiene unas tensas relaciones con Rusia desde el derribo en agosto de 2014 en la región ucraniana de Donetsk de un avión de pasajeros con casi 300 tripulantes, en su mayoría holandeses, no reconoce la anexión rusa de la península.
Las joyas de oro y plata, vasijas y otros ornamentos recuerdan que Crimea fue el territorio de asentamiento de culturas tan dispares como griegos, escitas, godos, hunos, indo-iraníes, eslavos, tártaros y armenios.
En particular, los escitas habitaron durante casi dos milenios (primer milenio a.C. y primer milenio d.C) en la región de Escitia, que era una área de Eurasia de abarcaba desde la región de Altái, donde confluyen Mongolia, China y Rusia, Kazajistán, la región del mar Negro, el bajo Danubio y Bulgaria.