«Esperamos reanudar las sesiones del Gabinete lo antes posible con el objetivo de completar las decisiones necesarias para activar el trabajo de las comisiones y comités, y lograr lo que se requiere del Gobierno», afirmó este martes el primer ministro libanés, Najib Mikati, según la Presidencia del Consejo de Ministros.

La última sesión del órgano, prevista para el pasado 13 de octubre, fue pospuesta hasta nuevo aviso a petición de Mikati sin que las razones fuesen anunciadas oficialmente, coincidiendo con presuntas presiones por parte de algunos ministros chiíes para que el Ejecutivo tomase medidas contra el juez Tarek Bitar.

Al día siguiente, siete personas murieron en choques armados durante una protesta convocada por las formaciones chiíes Amal y Hizbulá para pedir la destitución de Bitar, a cargo de la pesquisa sobre la deflagración que el año pasado causó más de 200 fallecidos y en la que exministros de Amal están imputados por negligencia.

El presidente libanés, Michel Aoun, alertó hoy de que si bien los comités encargados de negociar un plan de recuperación económica con el Fondo Monetario Internacional continúan trabajando, el Consejo de Ministros «debe volver a las sesiones rápidamente para lograr pasos prácticos y serios» en este ámbito.

«El Gabinete de Ministros no vive solo de comités», lamentó Aoun, de acuerdo con un comunicado de la Presidencia.

El Líbano, sumido en una de las peores crisis económicas de su historia, logró formar un nuevo Gobierno hace apenas 45 días, después de casi un año de demoras y con un Ejecutivo dimitido en funciones por falta de consenso político y de presiones por parte de la comunidad internacional para la implementación de reformas urgentes.

El patriarca de la Iglesia cristiana maronita libanesa, el cardenal Bechara Rai, aseguró esta tarde que Aoun, Mikati, y el jefe del Parlamento y líder de Amal, Nabih Berri, han dado su visto bueno a una propuesta de «solución constitucional» promovida por el religioso para reanudar las sesiones del Consejo.