“El asunto es grave, pero entendemos que a los países concernidos aún no se les ha sido notificada ninguna acción”, indicó en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea el portavoz comunitario de Exteriores Peter Stano.
Agregó que han “tomado nota” del anuncio de Erdogan y que siguen “muy de cerca los acontecimientos” en relación con las declaraciones del presidente turco.
“En este momento me voy a abstener de hacer más comentarios”, apuntó, visto que los países afectados no han recibido notificaciones oficiales sobre ninguna decisión.
Estos embajadores corresponden a Alemania, Dinamarca, Francia, Finlandia, Países Bajos, Suecia, Noruega, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos, y de forma conjunta pidieron que Kavala, que lleva 4 años en prisión preventiva, quedara libre en consonancia con las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Erdogan anunció a media tarde del sábado que había ordenado al Ministerio de Exteriores tomar medidas para declarar a los diez firmantes del manifiesto en favor de Kavala «personas no deseadas».
«He dado las instrucciones necesarias a nuestro ministro de Exteriores; le he dicho que resuelva cuanto antes declarar a estos diez embajadores personas non gratas», dijo entonces Erdogan, durante un discurso en la ciudad de Eskisehir.
La anunciada orden de Erdogan ha desatado una polémica interna en Turquía, donde incluso destacadas figuras del bando conservador han criticado la decisión.
El mensaje más llamativo ha venido del expresidente Abdullah Gül, junto a Erdogan uno de los principales cofundadores del gobernante partido islamista AKP en 2001, quien advirtió de eventuales consecuencias negativas para Turquía.