“Las nuevas tecnologías están remodelando nuestro mundo y nuestra seguridad”, recalcó el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, al término del encuentro que reunió durante dos días en Bruselas a los ministros.
El nuevo fondo de innovación, el primero con el que cuenta la OTAN, garantizará que los aliados no queden rezagados en lo que respecta a las últimas tecnologías y capacidades que serán «críticas para nuestra seguridad”, según el político noruego.
Impulsado por Bélgica, República Checa, Estonia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Holanda, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y el Reino Unido, el fondo tratará de invertir 1.000 millones de euros en tecnologías de uso dual (civil y militar).
Junto con el acelerador de innovación de defensa para el Atlántico Norte (DIANA, por sus siglas en inglés), este fondo de innovación apoyará el “desarrollo de una comunidad de innovación transatlántica”.
“Como parte de DIANA, los aliados se comprometen a proporcionar una red de centros de pruebas de tecnología y sitios de aceleración en toda la Alianza, para aprovechar mejor la innovación civil para nuestra seguridad y fortalecer el vínculo tecnológico entre Europa y América del Norte”, declaró Stoltenberg.
La idea de poner en marcha este fondo y el proyecto DIANA surgió en la última cumbre de líderes aliados en Bruselas, en junio pasado.
Desde entonces, varios países aliados se han ofrecido a albergar su sede o los centros de pruebas que crearán una red entre Europa y Norteamérica.
La OTAN espera que ambas iniciativas estén plenamente en vigor para la próxima cumbre aliada, que tendrá lugar en junio de 2022 en Madrid.
“Necesitamos asegurarnos de que los Aliados puedan operar las diferentes tecnologías sin problemas, entre sus fuerzas y entre ellos”, recalcó el político noruego.
Durante esta reunión ministerial los aliados también acordaron la primera estrategia sobre inteligencia artificial de la OTAN, que establecerá estándares para un uso responsable de esa tecnología en línea con la legislación internacional y les permitirá abordar las amenazas que plantea en manos de adversarios.
“Estamos centrando nuestros esfuerzos en la defensa colectiva, para responder a un mundo más competitivo con rivalidad entre estados, y eso por supuesto incluye el auge de China, que está cambiando el equilibrio de poder mundial”, subrayó el secretario general.
COOPERACIÓN CON LA UNIÓN EUROPEA
Hoy los ministros de la Alianza se reunieron también con sus socios de Suecia y Finlandia, así como de la Unión Europea, con la que preparan una nueva declaración de cooperación que esperan aprobar en diciembre, según dijo Stoltenberg.
Se trata del tercer documento de este tipo entre las dos organizaciones, después de los que aprobaron en 2016 y 2018.
“Estas declaraciones son importantes porque dan forma al marco de nuestra cooperación, identifican muchas áreas”, comentó.
Stoltenberg consideró que la cooperación entre la OTAN y la UE “ya ha alcanzado niveles sin precedentes”, y puso de ejemplo el trabajo conjunto en el ciberespacio o los intercambiamos información sobre amenazas y vulnerabilidades en tiempo real.
Igualmente, recordó que la OTAN ha apoyado a la UE en el mar Egeo para implementar el acuerdo migratorio con Turquía, y que las tropas aliadas “están hombro con hombro” con los diplomáticos de la UE en Kosovo, “para llevar la paz y la estabilidad a la región”.
En la próxima declaración OTAN-UE, confió en que se pueda extender la cooperación a áreas como la movilidad militar, la resiliencia, las tecnologías emergentes y disruptivas o el impacto del cambio climático en la seguridad.
Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, aseguró en una rueda de prensa que su país apoya «una defensa europea más fuerte y capaz, que contribuya de forma positiva a la seguridad transatlántica y global, y que es compatible con la OTAN».
Subrayó en que le gustaría ver iniciativas que sean «complementarias» a las de la Alianza.
En esa línea se expresó también Stoltenberg, quien insistió en que los esfuerzos de la UE “no deben duplicar a la OTAN”: “Lo que se necesita es más capacidades, no nuevas estructuras. Nuestra alianza transatlántica sigue siendo la piedra angular de nuestra seguridad”, concluyó.