“Benzema no es un buen samaritano que busca socorrer. Actuó para permitir a los negociadores conseguir su objetivo y a los chantajistas lograr el dinero”, defendió la fiscal Ségolène Marés, que subrayó su “autoridad y notoriedad” .
El jugador del Real Madrid, candidato al Balón de Oro, no asistió al juicio por motivos “profesionales”, según sus abogados, que presentarán este viernes sus alegatos. El veredicto se espera ese mismo día.
Benzema solo iría a prisión en caso de reincidencia, si el jugador fuera condenado en otro asunto. La acusación considera que tuvo un papel importante en el chantaje, que usó de su influjo en la selección para presionar a Valbuena y ayudar así a su “hermano” Karim Zenati, un amigo de infancia varias veces condenado a penas de prisión.