“Si no se confirma ninguna contribución de emergencia, el PMA se verá obligado a suspender por completo las distribuciones generales de alimentos a los refugiados a partir de enero de 2022”, precisa en un comunicado en Nuakchot.
El Programa aclaró que “manteniendo raciones reducidas” (…) “podrá seguir brindando asistencia alimentaria y nutricional a las personas más vulnerables hasta el 31 de diciembre de 2021”.
Asimismo, aseguró que existe una “necesidad urgente de financiación para seguir proporcionando asistencia alimentaria y nutricional” a todos estos refugiados malienses en el campamento de Mbera durante los próximos seis meses.
El PMA, que opera en el campamento de Mbera desde hace diez años, destacó que, debido a la persistente de la inseguridad en Mali, se espera que aumente en los próximos meses el número de refugiados que lleguen desde este país a Mauritania.
Asimismo, estimó que “la mayoría de los refugiados en Mbera probablemente no regresarán a sus hogares”.
El Programa recordó que la situación en Mali sigue siendo inestable y agravada por el golpe de Estado del 24 de mayo de 2021, y el número de los malienses desplazados en los últimos años es mayor a los que lo hicieron durante la crisis de junio de 2013.