Los Estados miembros del organismo espacial aprobaron en su 300 Consejo, clausurado hoy, ese acuerdo que facilita la cooperación con la Comisión Europea (CE) en el programa llamado «Destination Earth (DestinE)».
Esa iniciativa está coordinada por la CE e implementado de forma paulatina a partir de este otoño, entre otras, por la ESA.
Las réplicas digitales pueden monitorizar, analizar y predecir desastres naturales o la evolución de la circulación de los océanos y la biodiversidad, y ofrecen, según la agencia, una representación precisa del pasado, presente y futuro del planeta.
Los dos primeros gemelos digitales, uno centrado en fenómenos climáticos y geofísicos extremos y otro en la adaptación al calentamiento, serán accesibles a través de una única plataforma que desarrollará la ESA y estará abierta tanto para científicos como para cualquier ciudadano.
La presentación de las conclusiones del Consejo sirvió además para subrayar las prioridades de este organismo de cara al futuro.
La ESA dijo querer centrarse en tres ámbitos: tener una red rápida y segura que facilite la respuesta a los desastres naturales, contribuir con sus datos y tecnología a la transición ecológica y proteger sus satélites y otros recursos para detectar y evitar posibles colisiones en el espacio.
La hoja de ruta sobre la que quiere seguir avanzando abarca igualmente la exploración espacial. Eso incluye una misión que traiga de vuelta muestras de Encélado, luna helada de Saturno, que se cree que puede albergar vida, aunque sea en su forma más básica, bacteriana.
Y mantiene el objetivo de mandar un astronauta europeo a Marte en la década de los 50 de este siglo. «Estas misiones demostrarán la posición de Europa como líder global en tecnología espacial», apunta en el documento en el que avanza esa visión a largo plazo, que debe ser precisada en futuras cumbres de la agencia.