El Instituto Cervantes busca recuperar terreno en Rusia tras la pandemia

«Aspiramos a recuperar las actividades presenciales, la movilidad de creadores, combinado con la gran accesibilidad que nos da la transformación tecnológica, pero sin olvidar que los espacios de cultura son más necesarios que nunca en esta nueva normalidad», afirmó.

Caleya viajó a la capital rusa como parte de una delegación del Instituto Cervantes que participó en el V Congreso de Hispanistas de Rusia, Europa del Este y Asia Central.

De paso, la institución firmó con la Universidad Lingüistica de Moscú el protocolo de exámenes DELE, filmó un programa «Tribuna del Hispanismo» y expresó su respaldo al Instituto Cervantes de Moscú, al que la directora de Cultura calificó de «estratégico».

«El año que viene es un año de recuperación, de transición tecnológica y digital, es un año de posicionamiento después de la pandemia, por lo que tenemos que coordinar muy bien la acción de los centros», comentó.

Según Caleya, el centro de Moscú, que cumplirá 22 años en 2022, «ha sabido reaccionar de manera muy rápida y sensata a toda esta situación ofreciendo actividades en línea, pero sin dejar de hacer los proyectos a corto y medio plazo».

Entre ellos, mencionó varias propuestas culturales abiertas al público, entre las que destacó la reciente puesta en escena de «La vida es sueño» de Pedro Calderón de la Barca, a cargo de la directora de teatro española Natalia Menéndez y traducida al ruso por la poeta y traductora Natalia Vanjanen.

Por su parte, el director del Instituto Cervantes de Moscú, Juan Carlos Vidal García, confesó a Efe que la pandemia ha afectado considerablemente al trabajo de la institución.

«Particularmente he sentido una enorme responsabilidad. Por los trabajadores, por los usuarios. No hemos vuelto a la educación presencial salvo a cuentagotas», afirmó, al comentar que la filmación del programa «Tribuna del Hispanismo» es la primera actividad abierta al público.

Y quizás la última durante un tiempo, tras las nuevas restricciones sanitarias impuestas por la Alcaldía de Moscú en vista del crecimiento del número de contagios y de muertes, que lleva tres semanas batiendo récords en Rusia.

No obstante, el Instituto Cervantes mira con confianza al futuro, desde la convicción de que la pandemia es un mal pasajero.

«Ha sido una pena y confiamos en que después de este bache recuperemos esta gran proyección no solo en Moscú, sino también en el resto de las ciudades asociadas» de Rusia, entre las que figuran San Petersburgo, Ekaterimburgo, Irkutsk, Kazán, Omsk y Novosibirsk, concluyó Caleya.

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