El presidente del Bundesbank dimite por sorpresa por motivos personales

El banco central de Alemania (Bundesbank) ha informado en un comunicado de que Weidmann, de 53 años, ha pedido hoy al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, su despido del cargo, que ha ocupado desde mayo de 2011, cuando sustituyó a Axel Weber, quien se oponía a que el Banco Central Europeo (BCE) comprara deuda para afrontar la crisis de endeudamiento soberano en la zona del euro.

«Estoy convencido de que más de diez años son una buena medida de tiempo para abrir otro capítulo, para el Bundesbank, pero también para mí personalmente», ha escrito Weidmann en una carta de despedida a los empleados de la entidad.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha lamentado la decisión y le ha agradecido su trabajo en unos años muy difíciles para la política monetaria y presupuestaria del país, según su portavoz, Steffen Seibert.

El ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha agradecido a Weidmann «su compromiso extraordinario durante los últimos diez años».

Scholz, que es candidato a canciller y vicecanciller en el gobierno de coalición con Merkel, ha destacado que Weidmann «no sólo ha marcado la política monetaria en Alemania y Europa» durante ese tiempo, sino que ha impulsado el desarrollo de los mercados financieros internacionales.

El líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, ha lamentado en Twitter la dimisión y destacado que Weidmann estaba a favor de una política monetaria orientada a la estabilidad, cuya importancia crece en vista de los riesgos inflacionistas.

«El entorno en el que operamos ha cambiado mucho y las tareas del Bundesbank han crecido. La crisis financiera, la crisis de endeudamiento soberano y, por último, la pandemia han llevado a decisiones políticas y de política monetaria que tendrán efecto prolongado», ha dicho Weidmann en la carta.

El Consejo de Gobierno del BCE decidirá en diciembre qué va a hacer después de que termine el programa de compra de deuda por la pandemia a finales marzo de 2022.

El BCE ha podido comprar bonos soberanos con flexibilidad desde el estallido de la pandemia para que los tipos de interés se mantengan bajos en todos los países que comparten el euro.

Weidmann ha considerado que esa flexibilidad era algo excepcional y que no debía prolongarse una vez superada la crisis.

Weidmann, que deja su cargo cinco años antes de que terminara su segundo mandato, se ha mostrado siempre crítico con la política monetaria muy expansiva del BCE.

Ha agradecido a los miembros del Consejo de Gobierno del BCE, bajo la dirección de Christine Lagarde, por «la atmósfera abierta y constructiva en las, en ocasiones, difíciles discusiones de los pasados años».

Lagarde ha respetado y lamentado la decisión de Weidmann de dejar el cargo.

La presidenta del BCE ha recordado que ambos han creado una «relación muy fuerte y productiva basada en su compromiso conjunto de profundizar la unidad europea, cumplir el mandato de estabilidad de precios del BCE, ayudar a la economía de la zona del euro durante la crisis sin precedentes causada por el coronavirus y de estabilizar la economía global azotada por los efectos de la pandemia».

Lagarde destaca que aunque Weidmann tenía visiones claras sobre política monetaria, siempre buscó «un terreno común en el Consejo de Gobierno» con su empatía y deseo de llegar a un acuerdo, algo que se hizo evidente en la revisión de la estrategia del BCE, donde contribuyó al acuerdo unánime alcanzado.

Weidmann, que iba a sustituir a Mario Draghi como presidente del BCE en 2019, pero al final fue elegida Lagarde, considera en la carta que, de cara al futuro, será decisivo para el BCE «no sólo mirar a los riesgos de deflación de forma unilateral, sino no perder de vista los peligros de inflación».

Ya había mencionado la opción de dimitir después de que Lagarde fuera elegida presidenta del BCE, aunque decidió continuar por respeto a Lagarde y después por la crisis por la pandemia, según fuentes citadas por el «Handelsblatt».

En la carta a los empleados, Weidmann añade una vez más, en defensa de la independencia, que «una política monetaria orientada a la estabilidad sólo será posible a largo plazo» si no va a remolque de la política presupuestaria o los mercados financieros.

Su sucesor formará ahora parte de las negociaciones del nuevo Gobierno de coalición entre los socialdemócratas, los verdes y los liberales.

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