El país obtuvo también el galardón al mejor destino romántico por el desierto de Atacama, la zona no polar más árida del mundo, una vasta extensión de terreno que comprende las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, y Coquimbo, en el norte.
El subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte, celebró la distinción y afirmó que «es un tremendo aliciente para el sector que durante este año y medio ha resistido, haciendo frente a una crisis sin precedentes».
«Estamos poco a poco reiniciando la actividad del turismo y premios como éste no sólo representan un impulso al ánimo sino que nos permiten destacar las múltiples bondades que ofrecemos», agregó.
Además del desierto de Atacama, famoso por su paisaje dunar y por el astroturismo, Chile es también reconocido por el emblemático parque Torres del Paine, en la Patagonia, al sur del país, que recibe cada año miles de turistas extranjeros y nacionales.
La directora del Servicio Natural de Turismo (Sernatur), Andrea Wolleter, indicó que este año la temporada alta, entre diciembre y febrero, supondrá «una gran oportunidad para volver a poner a Chile en los ojos de los viajeros de todo el mundo» después de meses de restricciones por la pandemia de la covid-19.
En 2020 los ingresos de viajeros cayeron de 4 millones a poco más de 1 millón debido a los cierres de fronteras para evitar la propagación del virus.
El último impidió la entrada de turistas bajo cualquier circunstancia entre abril y octubre de este año.
«Seguir siendo líderes en Suramérica brinda la oportunidad de continuar en la órbita de los turistas», expresó.
Chile buscará ahora el premio al mejor destino de turismo de aventura del planeta, un galardón que se entregará el 26 de próximo noviembre en Moscú, además de competir en las categorías mundiales de destino verde, naturaleza, lugar de ferias eventos, y destino romántico.