El ‘Rekordmeister’ ofreció ante el Leverkusen una humillante demostración de fuerza al marcar cinco goles en los primeros 38 minutos, con un doblete de Robert Lewandowski y otro de Serge Gnabry.
Los bávaros saben sacar a relucir su rodillo en este tipo de partidos, cuando se trata de recordar a sus rivales quién manda en el fútbol alemán. La última vez que llegaron con un 5-0 al descanso en la Bundesliga fue contra su rival histórico Borussia Dortmund en marzo de 2018.
“El Bayern no derrota a sus adversarios, los destruye”, había lanzado meses después el dirigente del Borussia Hans-Joachim Watzke.
El Leverkusen, que había cometido la ‘imprudencia’ de estar en cabeza igualado a puntos con el Bayern antes de esta jornada, puede dar nueva prueba de ello.
“El primer tiempo fue brutal” , reconoció el entrenador local Gerardo Seoane, “el Bayern nos demostró claramente por qué es el mejor equipo de Alemania”.
El ‘Rekordmeister’ había protagonizado un inicio de temporada impresionante (45 goles en nueve partidos entre todas las competiciones, antes de la derrota en casa 2-1 contra el Fráncfort en la jornada anterior), pero los pupilos de Julian Nagelsmann disputaron este domingo su mejor primer tiempo desde la llegada al banco del joven técnico alemán.
Doblete del polaco Robert Lewandowski a la media hora de juego (3, 30), gol del veterano Thomas Müller (34), y de Serge Gnabry también por partida doble (35, 37).
El checo Patrik Schick maquilló difusamente el resultado con un gol en el minuto 55.
El doblete de Lewandowski le permitió de paso regresar a la altura de Erling Haaland (Dortmund) al frete de la clasificación de goleadores, con 9 dianas.
El Bayern es líder con 19 puntos, uno más que el Dortmund y dos más que su rival de este domingo.
“Cinco goles en 45 minutos, eso demuestra la calidad del fútbol de hemos jugado”, comentó Robert Lewandowski.
¿Hernandez a prisión?
El segundo gol del astro polaco desencadenó un torrente de cuatro goles en nueve minutos, en los que los locales no tuvieron mucho más contacto con el balón que a la hora de sacarlo de sus redes; Thomas Müller (34) y Gnabry (35 y 37) mataron el partido culminando buenas jugadas colectivas.
“No estoy sorprendido, yo creía que el equipo era capaz de hacer esto”, confesó Joshua Kimmich, “siempre estuvimos bien posicionados entre las líneas rivales, pusimos ritmo, encontramos la profundidad y fuimos peligrosos de cara a gol”.
Con una ventaja así a la pausa, Nagelsmann realizó rotaciones para dar refresco a sus pupilos antes del viaje a Lisboa para medirse con el Benfica el miércoles en Liga de Campeones.
Müller y Lewandowski fueron algunos de los cinco titulares que no acabaron el choque.
El internacional francés del Bayern Lucas Hernandez era el tema de conversación entre todos los corrillos. Convocado por un tribunal en Madrid el martes por no haber respetado una orden de alejamiento impuesta en 2017 luego de una riña con su pareja (convertida posteriormente en su esposa).
Fue condenado a seis meses de prisión por ese caso en 2019, pero sin llegar a poner pie en la cárcel.
“Por supuesto que este asunto nos ha ocupado mucho” , reconoció antes del partido el director general del club Oliver Kahn, “pero es una cuestión privada y un proceso judicial, y entenderán que no nos pronunciemos al respecto” .
El club confirmó que Hernandez acudirá a la convocatoria del juez.
En el último choque de la jornada, el Augsburgo (16º) y el Arminia Bielefeld (17º) pusieron este domingo término a la octava fecha del campeonato alemán con un empate a uno que no permite a los primeros abandonar el puesto de repechaje ni a los segundos salir del descenso.