«Los crímenes cometidos esa noche bajo la autoridad de Maurice Papon son inexcusables para la República. Francia mira toda su historia con lucidez y reconoce las responsabilidades claramente establecidas», señaló un comunicado del Elíseo.
La nota fue difundida tras la conmemoración de su 60 aniversario en el puente de Bezons, en la periferia parisina, lugar de paso para esos manifestantes que se dirigieron a la capital espoleados por el movimiento independentista argelino para protestar contra el toque de queda nocturno que el prefecto de la Policía les impuso días antes.