Se trata de los exdiputados Wu Chi-wai, Leung «Pelolargo» Kwok-hung y Chu Hoi-dick, los exconsejeros de distrito Chui Chi-kin y Tsang Kin-shing, uno de los líderes del Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF, por sus siglas en inglés), Figo Chan, y el exmiembro de la Liga de los Socialdemócratas Tang Sai-lai.

Los siete se habían declarado culpables de los cargos de organización, participación o incitación a participar en la manifestación del 1 de julio, convocada por la CHRF con motivo del aniversario de la retrocesión de Hong Kong a soberanía china, y que no contó con la autorización de las autoridades por cuestiones relacionadas con la prevención de la pandemia.

Chan fue sentenciado a 12 meses entre rejas; Tsang y Wu, a 10; y el resto, a medio año.

Chan, Chu y Leung se encuentran en la actualidad cumpliendo pena en penitenciarías hongkonesas tras su condena en otros casos.

En el momento de comunicar las sentencias, el juez aseguró que los acusados eran conscientes de la posibilidad de que la protesta se tornara violenta.

Las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales que tomaron las calles en la segunda mitad de 2019 registraron episodios de enfrentamientos violentos entre algunos manifestantes radicales y las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, las convocatorias del CHRF estuvieron por lo general exentas de ese tipo de sucesos.

Otro de los acusados por el mismo caso, Lancelot Chan, no se declaró culpable por incitación y su caso se ha pospuesto hasta el próximo mes de junio.