Según la investigación revelada hoy por el presidente del SBU, Iván Bakánov, el político habría cometido «acciones dirigidas a socavar la independencia energética de Ucrania».
En mayo pasado Medvedchuk ya fue acusado de alta traición junto con otro diputado prorruso, Tarás Kozak, entre otras cosas por sus negocios en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Desde entonces el que es conocido como «el amigo del Kremlin» se encuentra bajo arresto domiciliario.
El SBU señaló este viernes que el país, después de que Rusia «ocupó parte del Donbás», es decir los territorios separatistas prorrusos de Lugansk y Donetsk, «estaba al borde de una crisis energética, por lo que decidió comprar carbón en el mercado internacional, en particular en Sudáfrica».
El SBU afirma que «Rusia tenía planes para interrumpir la implementación de estos contratos y evitar que Ucrania fortaleciera su propia independencia energética».
«Por lo tanto, con la mediación de Medvedchuk, hubo una conspiración de alto nivel con funcionarios de Ucrania, quienes, utilizando los poderes del Banco Nacional y los cuerpos de seguridad, crearon barreras artificiales para el suministro de carbón desde Sudáfrica», afirma la inteligencia ucraniana.
Finalmente se rescindieron los contratos, lo que provocó una ola de apagones esporádicos en el país, añade.
«Posteriormente, con la ayuda de Medvedchuk, con el fin de devolver a Ucrania a la órbita de la influencia rusa, se organizaron planes ilegales para suministrar carbón desde los territorios ocupados temporalmente a empresas estatales en Ucrania», dice el SBU.
«Es una cuestión de traición. Y cómo algunos políticos ucranianos y funcionarios de alto rango en medio de la guerra jugaron del lado de Rusia, descuidaron los intereses de Ucrania y crearon esquemas conjuntos con terroristas» dijo Bakánov.
El SBU y la Fiscalía General han publicado una serie de grabaciones de audio que confirmarían la existencia del «plan del carbón» y el interés de las autoridades rusas en él.
Según la investigación «terroristas prorrusos fueron financiados en total con 200 millones de grivnas (7,5 millones de dólares o 6,5 millones de euros) mediante este esquema.