Las cartas desvelan que María Antonieta y el conde Fersen fueron amantes

Expresiones como «Te amo con locura» o «No podré estar ni un momento sin adorarte» confirman que hubo un vínculo «fuerte» entre estos personajes históricos, explica a EFE la directora de la investigación, Anne Michelin.

El hallazgo, que dieron a conocer ya el año pasado los investigadores franceses, se amplía este viernes en un artículo publicado en la revista Science Advances.

Las dudas sobre este posible enamoramiento, que mantuvo en vilo a historiadores durante más de dos siglos, se despejan ahora gracias a la utilización de tecnología puntera aplicada sobre la correspondencia de la reina decapitada en 1793 tras ser acusada de conspirar contra su país.

Las quince cartas analizadas por el equipo del programa Rex II, financiado por la Fundación francesa de Ciencias del Patrimonio, con el respaldo de los Archivos Nacionales de Francia, donde están guardadas las misivas, han pasado dos procesos que ayudaron a esclarecer la incógnita.

Los análisis, iniciados en 2014, fueron abandonados en 2016, cuando comprobaron que para leer las capas de la escritura -el texto y la parte oculta- hacía falta un proceso más innovador, describe la científica del Centro de Investigación para la Conservación (CRC) y el Museo Nacional de Historia Natural.

Varios años después, el grupo de investigadores adquirió un escáner 2 D XRF que les permitió separar las distintas tintas en función de la presencia de elementos metálicos, como cobre o zinc, usados en la época.

Los investigadores destacan en este artículo científico que el convulso periodo historia que vivían estas figuras históricas da «intensidad emocional al contenido de estas cartas», que contienen palabras como «amada», «adorar» y «locamente», indica la revista.

Michelin señala que el estudio no aporta «ninguna gran revelación sobre la relación que había entre ellos», pero confirma la devoción que profesaba Fersen hacia María Antonieta de Austria.

Este conde y militar, que fue linchado y lapidado por el pueblo sueco en 1810, había sido objeto de rumores sobre su relación con la reina, a la que conoció en 1779 en un baile de la Ópera.

El aristócrata sueco fue el encargado de organizar la fallida fuga de la reina de Varennes y para ello no dudó en colarse en el Palacio de las Tullerías, donde los monarcas vivían prácticamente en condición de reclusos.

Pero su figura cobró notoriedad tras el trágico final de María Antonieta, especialmente cuando a finales del siglo XIX se conoció que había mantenido correspondencia con ella.

Este estudio también descubre pruebas de que el propio conde, y no otro miembro de su familia, censuró ocho de esas quince cartas, lo que sugiere que eran importantes para él por razones sentimentales o políticas.

Gracias a la combinación de espectroscopia de fluorescencia de rayos X y técnicas de procesamiento de datos, los científicos encontraron diferencias en la tinta del texto original y las tachaduras que hizo el conde.

Esta tecnología puede ayudar a descifrar otros documentos, como las primeras versiones de una novela escrita, detalla Michelin, que asegura que en Francia «hay muchos textos privados y judiciales donde se han ocultado algunas partes, y que tienen interés para los historiadores».

«Siempre es bueno demostrar que historiadores y científicos pueden trabajar juntos», concluye la francesa, que se siente «muy orgullosa» de que su estudio sea reconocido y así poder mostrar el interés común por trabajar de forma interdisciplinar.

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