Según los datos definitivos publicados durante la noche, el sí gano con el 77,3 % de los votos respecto al 22,7 % en contra. Un total del 11.000 votos a favor frente a unos 3.200 en contra y una participación del 41 %.
La votación, que se produce tras 18 años de intentos fallidos para lograr la despenalización del aborto en el país, proponía que se legalizase en las 12 primeras semanas de embarazo y después de esa fecha si la vida de la mujer corre peligro o por malformaciones fetales.
Tras el resultado, ya que no hay límite de quórum, San Marino tendrá que reescribir su Código Penal que se remonta a 1865 y en el que según los artículos 153 y 154, quien practica un aborto o quien ayuda corre el riesgo de pasar de seis meses a tres años de prisión, con un atenuante en el caso del embarazo fuera del matrimonio.
En un plazo de seis meses, el Congreso del Estado debe redactar un proyecto de ley que se presentará al Colegio de Garantes, que tiene la función de establecer los plazos para la presentación del proyecto de ley.
Las sanmarineses suelen acudir a Italia para abortar, lo que, según los impulsores del referéndum, les causa cargas económicas, además de penalizar a las mujeres que han sido violadas, mientras que los opositores alegan que toda la población, compuesta por unas 34.000 personas, puede acceder gratuitamente a anticonceptivos.
El resultado de al consulta supone un duro golpe para la mayoría gobernante del Partido Demócrata Cristiano, el único que ha dado indicaciones de votar en contra.
El grupo feminista Unión de Mujeres Sammarinesas (Uds) y al apoyo del Movimiento Cívico R. E. T. E. , los impulsores, recogieron más de 3.000 firmas, más del doble de las necesarias para garantizar su desarrollo.