De acuerdo a los datos oficiales, la tasa de desempleo del segundo trimestre de este año estuvo 3,5 puntos porcentuales por debajo de la registrada en igual período del año pasado.

La tasa de desempleo de Argentina había escalado en el segundo trimestre de 2020 al 13,1 %, en un escenario de fuerte derrumbe de la actividad económica en medio de las estrictas medidas de aislamiento social dictadas por el Gobierno de Alberto Fernández ante la irrupción de la pandemia de covid-19.

El índice del 9,6 % verificado en el segundo trimestre de este año es el más bajo desde el último trimestre de 2019, cuando la tasa había sido del 8,9 %.

El informe oficial indica que entre abril y junio pasado 1.273.000 personas que buscaban trabajo en Argentina no tenían empleo.

Según el Indec, el índice de subocupación del segundo trimestre se ubicó en el 12,4 %, con 1.645.000 millones de personas en esta categoría.

La tasa de subocupación del segundo trimestre del año se ubicó 0,5 puntos porcentuales por encima del índice del primer trimestre y 2,8 puntos por arriba de la registrada en igual período del año pasado.

En tanto, la tasa de ocupados que demandaron otro empleo fue del 17 %, lo que supuso un ascenso de 0,5 puntos porcentuales respecto al nivel del primer trimestre y un aumento en 5,4 puntos frente al segundo trimestre de 2020.

Entre abril y junio pasado, el total de personas con trabajo que buscaban otro empleo fue de 2.250.000 personas.

El informe del Indec tiene en cuenta los datos de empleo de los 31 conglomerados urbanos más grandes del país suramericano, que concentran una población de 28,8 millones de personas -13,2 millones de ellas económicamente activas-, sobre una población total en Argentina de unos 45 millones de habitantes.

Argentina registró un máximo de desempleo del 24,1 % en el segundo trimestre de 2002, luego del estallido de una de las peores crisis económicas, políticas y sociales que ha vivido el país.

En el marco de la crisis económica profundizada por la emergencia sanitaria de la covid-19, el Gobierno de Alberto Fernández decretó el año pasado una prohibición de los despidos sin causa que rige, en principio, hasta finales de diciembre próximo, y creó un programa por el cual el Estado ha pagado parte de los salarios de los trabajadores del sector privado en las actividades más afectadas por la pandemia.