«No estamos en un mundo gentil y amable, los europeos deben ser firmes y estar unidos», declaró Beaune a su llegada a Bruselas para participar en un consejo ministerial de Asuntos Generales dedicado en parte a preparar la próxima cumbre de líderes europeos de finales de octubre.
El responsable francés se explayó sobre la cancelación la semana pasada por parte de Australia del contrato con la empresa francesa Naval Group, valorado en hasta 65.151 millones de dólares (55.611 millones de euros), coincidiendo con el anuncio de un acuerdo de defensa entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido, conocido como AUKUS.
«No podemos hacer como si no hubiera pasado nada», señaló el secretario de Estado al ser preguntado sobre si el incidente afectará a las negociaciones comerciales entre la UE y Australia.
El francés, quien insistió en que el incidente «es un asunto europeo», celebró la respuesta de las autoridades comunitarias a través de la presidenta Ursula Von der Leyen, y del vicepresidente y alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, porque «todos han dado, con palabras diferentes, un apoyo total» a Francia.
Pero evitó definir las consecuencias concretas que espera París más allá de llamar a que sirva como «toma de conciencia».
«Los europeos tiene aún camino por hacer» para alcanzar la «autonomía estratégica», para afirmarse, para defender sus intereses y para hacerse respetar», dijo el secretario de Estado, quien aplaudió «avances» en ese sentido como la respuesta europea «para la seguridad común» en el Sahel o el refuerzo de la ciberseguridad comunitaria.
«Sin agresividad y sin estar en contra de nuestros aliados, pero debemos ser más soberanos, más autónomos. Pensar por nosotros mismos también», agregó Beaune, quien apeló a la «unidad» de los socios europeos.
El secretario de Estado francés lamentó que Australia haya faltado a su palabra en el contrato con París porque la palabra «tiene cierto valor, como aliados, como democracias».
Desvinculó, sin embargo, la crisis de los submarinos de la decisión de Washington de levantar ayer las restricciones de viaje para los ciudadanos vacunados de la Unión Europea, circunstancia que calificó como «buena noticia» basada en «criterios científicos» y «justificada desde hace tiempo».