«Yo creo que es una especie en extinción, en el sentido de que, cuando desaparezca Raphael, espero que dentro de muchos años, no va a haber artistas que, como él, hayan pasado por todos los procesos de la industria musical, desde los bolos a la digitalización y el fenómeno Spotify», declara Arnaiz a Efe.
La serie, de cuatro capítulos que estrenará Movistar+ al año que viene, se presenta este domingo en la gala que la plataforma celebra en el marco del Festival de Cine de San Sebastián.
Retados los creadores a contar algo «que no se supiera» del artista, cuentan a Efe que, después de estudiar la figura de Raphael se dieron cuenta de que «había una barrera, un umbral de la pose del artista» que debían cruzar. Era la frontera a partir de la cual a Raphael «le costaba sacar la parte humana».
«Teníamos que mostrar a Rafael Martos. Y lo logramos -apunta Ortega- gracias al empeño de la familia».
«Creo que el espectador va a entender por primera vez quién es Raphael, cómo es su núcleo privado, cómo es su día a día, y todo ello, por la generosidad del artista, un hombre que cree que el pasado no existe y que siempre está pensando en el mañana», afirma Arnáiz.
Añade que están seguros de que es «la primera vez que Raphael se ha sentido relajado y dispuesto a echar un vistazo al retrovisor para contar tranquilamente lo que ha pasado en su vida».
«Lo cierto -señala Ortega- es que nos ha sorprendido la naturalidad y la sinceridad; es obvio que su sello está en todo, pero no nos ha puesto cortapisas. Ha hablado de todo: del franquismo, de los rumores de homosexualidad, del alcohol y de todo».
Los directores y guionistas, que ya fueron nominados al Goya por su cinta documental «Anatomía de un dandy» (2020), son también productores de «Raphaelismo».
La serie, realizada con motivo de los sesenta años de carrera de Raphael, consta de cuatro capítulos en los que se aborda cronológicamente la evolución del artista, desde su nacimiento en Linares (Jaén, sur de España) hasta la actualidad, aderezada con intervenciones de él mismo y de su mujer e hijos, pero también con comentarios de expertos, cantantes, productores y músicos, que opinan sobre su figura y trayectoria.
El primer capítulo aborda los orígenes de Raphael como estrella, cómo adquirió su forma de ser y de cantar; el segundo, la proyección internacional, el éxito en EEUU, Latinoamérica, Rusia, Japón, y cómo se formó la gran estrella. También su primera gran crisis personal.
En el tercero se hace hincapié en su parte más personal tras casarse con Natalia Figueroa, cómo fue compaginar el éxito con el nacimiento de sus tres hijos y «otros temas más delicados», explica Arnáiz, como cuando se decía que era la voz del franquismo, o su trasplante de hígado. Aquí -dice-, hay más sombras del artista».
Aunque cada episodio tiene una identidad propia, el tercero es el más agridulce: «Están las respuestas a todas esas cuestiones que el público siempre se ha preguntado por qué no se planteaban a Raphael».
Y el cuarto, añade, se homenajea al fenómeno fan, que hoy sigue presente; «en los conciertos -afirma Ortega- hay tres y cuatro generaciones de fans, chavalas y sus abuelas, un fenómeno que ha ido ligado a su figura desde que empezó. Y los últimos años en los que se ha ido adaptando a los tiempos: Raphael como fenómeno ‘indie’.
El documental cuenta también con testimonios de personas como el argentino Andrés Calamaro o Alaska, entre otros, que colaboran con análisis muy personales de distintos aspectos de la trayectoria (o de la propia vida) del artista.
Sin olvidar que sus hijos Alejandra, Manuel y Jacobo, y su esposa, Natalia Figueroa también han participado con reflexiones sinceras.