Una resolución del Ministerio de Cultura publicada en el diario oficial El Peruano incorporó a la danza Diablada Puneña a su patrimonio cultural para «reconocer la trascendencia» de esta expresión coreográfica mestiza, conocida en el altiplano como «danza en traje de luces».
«Esta declaratoria constituye un importante reconocimiento tanto a la riqueza cultural del pueblo puneño, como el rol fundamental de las agrupaciones de portadores y ejecutantes de la Danza Puneña, a través de las cuales se generan espacios de fortalecimiento de la identidad regional y para la afirmación intergeneracional de vínculos familiares y barriales», señaló en un comunicado el ministro de Cultura, Ciro Gálvez.
El titular del sector agregó que, desde sus orígenes, esta danza ha sido «un espacio de convivencia e intercambio cultural, expresando a través de su estética y ritualidad las diversas herencias indígenas, ibéricas y africanas que conviven y dan sentido a la realidad multicultural, mestiza y globalizada del Perú contemporáneo».
CAPITAL FOLCLÓRICA
La Danza Puneña es una composición colectiva ejecutada por comparsas de diablos que, formando filas y dirigidos por un arcángel, realizan movimiento al compás de marchas y huaynos interpretados por bandas musicales.
Los bailarines danzan ataviados con máscaras y trajes alegóricos al diablo o demonio, el personaje arquetípico del imaginario religioso católico introducido al «Nuevo Mundo» con la evangelización y posteriormente reinterpretado a partir de los patrones culturales indígenas.
En la actualidad, el baile está asociado a una serie de festividades religiosas y certámenes folclóricos que recorren diversas regiones del país, en especial durante la celebración en febrero de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, patrona de Puno.
Con esta declaración, la Danza Puneña se suma a las cerca de 40 expresiones declaradas patrimonio cultural de la nación en Puno, reconocida como la «capital folclórica» del Perú.
Para el ministerio de Cultura, este baile «es una de las expresiones artísticas que, con mayor claridad, expresa el esplendor, derroche y exuberancia del universo festivo de la urbe puneña».