Corea del Sur sumó 2.057 nuevos casos detectados hasta la medianoche del martes, de los cuales 1.656 correspondieron a la conurbación formada por Seúl, la cercana ciudad de Incheon y la circundante provincia de Gyeonggi, lo que supone más de un 80 % del total y una cifra récord desde que comenzó la pandemia.
Seúl por sí sola apuntó 807 contagios, también un récord diario desde que la COVID-19 se detectó por primera vez en el país en enero de 2020, según datos publicados por el Agencia para la Prevención y el Control de Enfermedades Infecciosas (KDCA).
Los cifras preocupan puesto que el sábado arranca uno de los principales periodos festivos del país, «Chuseok», festividad para celebrar la cosecha y honrar a los ancestros en la que se produce un gran número de desplazamientos desde la región capitalina, donde vive más de la mitad de la población nacional, a otras zonas del país.
Corea del Sur es uno de los Estados que mejor ha controlado la pandemia (suma apenas 2.380 fallecidos y unos 252.000 contagios en total), pero la escasez en el suministro global de vacunas y el avance de la variante delta han complicado la situación para el país, que lleva desde julio sumando más de 1.000 casos diarios.
A día de hoy el 67,3 % de los 51 millones de surcoreanos ha recibido una dosis de la vacuna y el 40,3 % cuenta con la pauta completa.
No obstante, el Gobierno espera que el 70 % tenga pauta completa a final de octubre, fecha para la cual espera empezar a suavizar restricciones, especialmente estrictas en la región capitalina, donde no se permiten reuniones de más de 2 personas después de las 18.00 (o de más de seis si cuatro de ellos tienen pauta completa) y la hostelería cierra a las 22.00.