«Corea del Norte disparó dos misiles balísticos no identificados hacia el mar del Este desde la región central del país pasado el mediodía del 15 de septiembre» explicó el JCS en un breve comunicado.
La última vez que el régimen disparó un misil balístico fue a final del pasado marzo, cuando probó lo que pareció ser una versión de su proyectil KN-23, capaz de trazar trayectorias muy difíciles de interceptar.
La ONU castiga los lanzamientos de misiles balísticos por parte de Corea del Norte con base en las resoluciones aprobadas como castigo por su desarrollo de armas de destrucción masiva.
El lanzamiento de este miércoles fue también detectado por la Guardia Costera japonesa, que ha indicado que los proyectiles cayeron fuera de la zona económica exclusiva nipona (EEZ).
Los Guardacostas japoneses notificaron sobre las 13:38 hora local (4:38 GMT) la detección del lanzamiento, señaló Defensa en informaciones recogidas por la cadena pública japonesa NHK.
El lanzamiento tiene lugar después de que el régimen afirmara haber probado durante el pasado fin de semana un nuevo tipo de misil de crucero de largo alcance.
También llega después de informarse a finales de agosto que Pionyang reactivó instalaciones para obtener combustible nuclear que puede usarse en bombas y de que Seúl, que acaba de anunciar que desarrollará nuevos misiles con mayor alcance y más destructivos, probase su primer misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM).
Esta escalada armamentística se produce en un momento en el que el diálogo sobre desnuclearización sigue estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de 2019, en la que EE.UU. consideró insuficiente la oferta norcoreana de desarme y se negó a levantar sanciones.
EE.UU. ha insistido en los últimos meses en que se reunirá con Pionyang sin condiciones previas «dónde y cuándo sea» para tratar de reavivar las conversaciones, pero por el momento no ha obtenido respuesta de Pionyang.