“Afganistán tiene la oportunidad de comenzar el camino hacia una paz y desarrollo sostenibles”, señaló el canciller de Pakistán, país percibido por algunos observadores como aliado de los talibanes y que, frente al pesimismo del resto de altos cargos en la conferencia, ofreció cierto mensaje de esperanza.
En todo caso, admitió, unos 18 millones de afganos viven una situación límite y actualmente necesitan ayuda humanitaria, aunque el ministro de Exteriores también pidió “no olvidar a los millones de refugiados de Afganistán que viven en países de acogida”.
Pakistán, donde vive cerca de la mitad de la población de etnia pastún (a la que está ligado principalmente el movimiento talibán), ha acogido durante las últimas décadas a más de tres millones de refugiados afganos, recordó Qureshi, quien pidió no olvidar a las comunidades que los acogen “en estos difíciles momentos”.