«El Gobierno de los falsos positivos, de las masacres, el Gobierno que deshizo la paz y revivió la guerra, el que persigue y desaparece líderes sociales, y apaga las protestas con plomo, insiste en desviar la atención. Todo nuestro rechazo a este personaje y sus oscuras maniobras», expresó Ñáñez en su cuenta de Twitter.
Según información de fuentes castrenses colombianas, hasta el momento se han registrado cinco militares muertos y seis heridos, consecuencia del ataque con explosivos perpetrado esta madrugada por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
La Octava Brigada dijo en un comunicado que una unidad del Ejército fue atacada por el ELN con explosivos, ráfagas de fusil y ametralladora, en la zona rural de Juju, del municipio de Arauquita, y que «cinco militares fueron asesinados y seis resultaron heridos».
El mandatario colombiano condenó el asesinato de los militares y aseguró que el ataque fue planeado en Venezuela por el ELN y las disidencias de las FARC.
«Nos duele el asesinato y lesión de varios de nuestros héroes. Esto, claramente, se trata de un acto entre ELN y las disidencias de las FARC planificado desde Venezuela», escribió en Twitter el jefe de Estado.
Duque también dijo que la emboscada de este sábado se debe a la presión militar que se está ejerciendo contra esos grupos, al tiempo que ordenó al comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, desplazarse al lugar para atender la situación.
En el departamento de Arauca hay presencia de disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del ELN a través del frente Domingo Laín, uno de los más beligerantes de esa guerrilla.
El Gobierno colombiano asegura que jefes de las FARC y del ELN están protegidos en Venezuela y que desde allí ordenan atentados contra la población civil, las fuerzas de seguridad del Estado y la infraestructura eléctrica y petrolera del país, entre otras acciones.