Unos 34,3 millones de argentinos están convocados para definir con su voto las listas de candidatos que quedarán habilitadas para competir en los comicios del 14 de noviembre, en los que se renovarán 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 bancas del Senado.
Este sábado se realiza el operativo de distribución de los materiales para el acto electoral, como las papeletas y las 101.457 urnas, a los 17.092 centros de votación que estarán habilitados en todo el país para unos comicios que serán custodiados por unos 95.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad.
Estas elecciones primarias, obligatorias tanto para los partidos políticos como para los electores de 18 a 69 años, serán las primeras que afronte el presidente Alberto Fernández desde su llegada al Ejecutivo, a finales de 2019.
Lea más: Argentina se encamina a unas primarias marcadas por la economía y la apatía
Los comicios tendrán la particularidad de celebrarse en el contexto de una pandemia que ha golpeado fuertemente a Argentina, con cerca de 113.000 muertos por covid-19, algo más de 5,2 millones de contagiados y una profundización de la crisis económica.
INÉDITO PROTOCOLO SANITARIO
Las primarias, de hecho, habían sido convocadas inicialmente para el 8 de agosto pero fueron reprogramadas por la segunda ola de la covid-19.
Aunque la situación epidemiológica ha mejorado desde el pico de contagios de finales de mayo último, estos comicios se celebrarán con protocolos sanitarios especiales y un aumento en la cantidad de centros de votación para evitar aglomeraciones.
Lea más: Pandemia y economía centran debates de las primarias en Argentina
Los protocolos establecen medidas de higiene y ventilación en los centros de votación y que los electores respeten un distanciamiento mínimo de dos metros entre sí.
Además, por primera vez habrá «facilitadores sanitarios» que estarán encargados de ordenar el ingreso a los centros de votación y constatar que los ciudadanos usen tapabocas y sanitizante para las manos.
POSIBLES DEMORAS
El inédito escenario de pandemia plantea una incógnita sobre el nivel de ausentismo que podría registrarse este domingo, pese a la obligatoriedad del voto en Argentina.
El nivel de participación, además, suele ser menor en las primarias que en los comicios generales (76,4 % en las primarias presidenciales de 2019 y 72,4 % en las primarias legislativas de 2017).
Los centros de votación estarán abiertos desde las 08:00 hora local hasta las 18:00 y a partir de las 21:00 el Poder Ejecutivo está habilitado para empezar a difundir los primeros datos sobre el escrutinio provisional.
Pero el Gobierno ha advertido que los primeros datos no estarían disponibles sino hasta las 23:00 hora local debido a las demoras que podrían darse durante la jornada electoral por la aplicación de los protocolos sanitarios y por la complejidad del escrutinio a partir de la multiplicidad de listas que compiten entre sí en estas primarias.
Ante esta posibilidad, la oposición ha reclamado que la difusión de datos comience antes.
El escrutinio definitivo, a cargo de la Justicia electoral y con validez legal, se iniciará el martes próximo.
HACIA NOVIEMBRE Y 2023
De cara a las legislativas de noviembre, oficialismo y oposición buscarán consolidar y aumentar su presencia en el Parlamento y quedar mejor posicionados para las elecciones presidenciales de 2023.
El gobernante Frente de Todos, que se presenta a estas primarias con listas de unidad en la mayoría de los distrito, aspira a mantener su mayoría en el Senado y a aumentar su bloque en Diputados de manera de lograr, con el apoyo de partidos aliados, conseguir mayoría absoluta para votaciones de leyes clave.
Lea más: Oposición argentina alude al hartazgo ciudadano al cerrar campaña a primarias
En tanto, Juntos por el Cambio, el mayor frente opositor, ha optado por dirimir este domingo internas entre la Unión Cívica Radical y la macrista Propuesta Republicana -las principales fuerzas dentro de la alianza opositora- en varios distritos clave, por lo que esta primaria redefinirá de algún modo el balance de fuerzas dentro de la coalición.
En el Parlamento, Juntos por el Cambio aspira a mejorar su posición de primera minoría en el Senado y a conquistar más bancas en Diputados, donde es el segundo mayor bloque por detrás del oficialismo.