Kono, que fueministro de Asuntos Exteriores y Defensa durante la era de Shinzo Abe, es el tercer candidato que formaliza su propuesta y uno de los rostros más mediáticos de la política japonesa y de la Administración del primer ministro Yoshihide Suga, que ha anunciado que no concurrirá en la contienda por el liderazgo del partido.
Los otros dos candidatos presentados hasta el momento son el también exministro de Exteriores Fumio Kishida y la exministra del Interior y Comunicaciones Sanae Takaichi, que aspira a convertirse en la primera mujer en ostentar el cargo de primera ministra en el país y, según medios locales, cuenta con el apoyo de Abe.
Las primeras del PLD tendrán lugar el próximo 29 de septiembre, a las que seguirán unas elecciones generales que deben celebrarse antes de finales de noviembre. En Japón el líder del partido más votado es quien es investido como jefe del Gobierno.
Kono, de 58 años, tiene una imagen de franco y reformista que le ha ayudado a ganar terreno en las encuestas de opinión como potencial primer ministro.
Diestro en el uso de redes sociales, su perfil ha cobrado popularidad desde que encabeza la gestión de la vacunación de la covid en el territorio desde el pasado febrero.
Graduado en la Universidad de Georgetown, en EE.UU., nació en una familia de políticos. Su padre, Yohei Kono, fue secretario jefe del Gabinete, ministro de Exteriores y portavoz de la Cámara Baja.
Miembro de la facción interna del partido que lidera el actual viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Taro Aso, ésta es la segunda candidatura a las primarias del PLD de Kono tras la de 2009.
Kono mantiene un tono continuista con algunas de las políticas esgrimidas por Abe y heredadas por su Suga, entre ellas la cuestión nuclear, donde es partidario de la reactivación nuclear.
«Llegará un momento en el que las nucleares sean cero, pero mientras tanto, para poder cumplir el objetivo de la neutralidad de carbono (para 2050), deben reducirse las emisiones, lo que supone reactivar las centrales que se hayan confirmado que son seguras», dijo Kono hoy en una rueda de prensa tras formalizar su candidatura.
Entre otros temas de interés nacional, prometió seguir trabajando para resolver la cuestión de los japoneses secuestrados por Corea del Norte en las décadas de los años 70 y 80 del siglo XX, y proseguir las negociaciones con Rusia para firmar un acuerdo de paz y resolver sus disputas territoriales.
En materia económica, Kono aboga por una reforma, pues considera que «no se ha distribuido bien, aunque las ganancias han subido gracias a Abenomics» (el plan estratégico desplegado por Abe tras su vuelta al poder en 2012), y dijo que apoyará la digitalización en el país, uno de los retos pendientes destapados por la pandemia.
Sobre el espinoso debate de la sucesión imperial, con los herederos mermados por la vigencia de la ley sálica, Kono dijo que se guiará por las deliberaciones del comité que está estudiando el asunto y que éstas deberían basarse «en el apoyo del pueblo».
El político ha manifestado en alguna ocasión su apoyo a permitir que los emperadores (siempre varones) puedan descender de las líneas maternas, algo actualmente no permitido.