“Estamos afrentando la mayor crisis hidrológica de la historia de Brasil”, señaló el jefe de Estado en su tradicional transmisión semanal en directo en sus redes sociales.
Brasil atraviesa la más grave crisis hídrica de los últimos 91 años, lo que ha llevado a un fuerte aumento de los costos de energía y encendido las alertas sobre la posibilidad de un racionamiento eléctrico y de agua en los próximos meses.
La sequía dejó en niveles mínimos las represas de las principales hidroeléctricas del país y casi que inoperante la principal fuente de generación de energía de Brasil.
Pese a que el Gobierno brasileño descartó hace unas semanas la posibilidad de un «apagón» o «racionamiento», Bolsonaro admitió hoy que sí es posible que el país tenga «problemas» en los próximos meses.
«En noviembre, si Dios quiere, comienza la época de lluvia. Si no llegar (la lluvia), nosotros tendremos problemas», apuntó.
Para evitar el agravamiento de la crisis, el mandatario instó a los ciudadanos a adoptar medidas que permitan reducir su consumo de energía y agua.
Entre las iniciativas sugeridas, Bolsonaro aconsejó que los brasileños «apaguen una luz que está encendida en este momento», «tomen las escaleras y no el ascensor» y «usen menos agua al afeitarse».
«Este es el apelo que hago a todos ustedes en este momento», recaló el líder ultraderechista.
En las últimas semanas, el Gobierno ha adoptado una serie de medidas para mitigar los efectos de la crisis hídrica, como el aumento en el precio de la electricidad e incentivos para estimular la reducción del consumo por parte de empresas y residencias.
Sin embargo, los expertos consideran que dichas medidas son «insuficientes» y no descartan la posibilidad de cortes en el suministro de agua y energía eléctrica en los próximos meses.
Asimismo, de acuerdo con una encuesta de la Confederación Nacional de la Industria, divulgada el pasado agosto, el 90 % de los industriales brasileños está preocupado ante el riesgo de enfrentar un racionamiento eléctrico o un aumento de los costos de energía por la actual crisis hídrica que vive Brasil.
Según los datos más recientes difundidos por el Operador Nacional de Sistema Eléctrico (ONS), en las regiones sudeste y centro-oeste, responsables de cerca del 70 % de todo el almacenamiento de agua del país, los depósitos hídricos están con una media de cerca del 20 % de su capacidad.
Asimismo, algunas de las principales represas ya alcanzaron el nivel mínimo para seguir generando energía eléctrica.