Japón vuelve a ampliar alerta sanitaria mientras planea aliviar restricciones

En su primera rueda de prensa tras anunciar que no concurrirá a la reelección como presidente de su partido ni en las elecciones generales que han de celebrarse antes de finales de noviembre, Suga explicó que pese al descenso de los contagios, los casos graves siguen altos y la disponibilidad hospitalaria no es la óptima.

El descontento público con la gestión de la pandemia durante su Administración ha sido un clave en la caída de su popularidad.

La alerta que afecta actualmente a 21 de las 47 prefecturas del país iba a concluir el domingo, pero el Gobierno ha decidido extenderla hasta el 30 de septiembre para 19 provincias, entre ellas Tokio, las áreas colindantes, Hokkaido, Osaka, Aichi y Fukuoka.

Los expertos que asesoran al gobierno sobre la gestión del virus recomiendan que para levantar la alerta la tasa de ocupación de camas de hospital no supere el 50 %, y que la cifra de contagios, casos graves y personas recuperándose en casa estén disminuyendo, unas condiciones que no se cumplen en su totalidad, señaló Suga.

En este escenario, el primer ministro japonés dijo que las medidas deben continuar por el momento mientras sigue la vacunación.

“La situación ha cambiado completamente con la vacunación y hemos podido luchar contra el virus de forma estratégica”, aseguró.

El número de casos de covid en el archipiélago casi se triplicó en semanas recientes, “pero hemos reducido en un 60 % las muertes” gracias a las vacunas y su alta administración entre los mayores de 60 años, de aproximadamente el 90 %, añadió el mandatario.

Los contagios diarios de covid alcanzaron un pico de más de 25.000 casos a mediados de agosto, pero desde entonces han estado disminuyendo y se sitúan actualmente en torno a la mitad.

Aún así, la presión sobre los hospitales sigue siendo considerable en las zonas más densamente pobladas del país, con una estructura sanitaria basada en clínicas de tamaño pequeño y mediano, privadas en su mayoría y temerosas de aceptar a pacientes de covid, y que atraviesa un serio problema de mano de obra sanitaria.

La medida tiene también como objetivo reducir el movimiento de gente de cara a unos festivos a finales de mes.

TRAZANDO EL ALIVIO DE RESTRICCIONES

El estado de emergencia en Japón no conlleva el confinamiento de la población, a la que se le ha pedido que reduzca sus salidas todo lo posible, evitar concentraciones y teletrabajar, si es posible.

Suga considera que estas medidas no han sido determinantes en el caso de otros países para frenar los contagios.

Las restricciones afectan principalmente a bares, restaurantes y karaokes, a los que se ha pedido que no sirvan bebidas alcohólicas y que adelanten la hora de cierre a las 20:00, y el aforo en eventos multitudinarios, actualmente establecido en un máximo de cinco mil personas o la mitad de la capacidad del recinto, de ser inferior.

Las autoridades barajan empezar a aliviar restricciones en torno a noviembre, cuando esperan que la mayoría de la población haya recibido la pauta completa de la vacuna de la covid o tenga más acceso a test.

En este sentido, Nishimura añadió que se revisarán las medidas fronterizas, entre ellas las que afectan a los viajes internacionales. Se baraja reducir de 14 a 10 el período de cuarentena.

Más de 62 millones y medio de personas (un 49,4 % de la población japonesa) han recibido ya las dos dosis de las vacunas aprobadas en el país, según las cifras más recientes del Ministerio de Salud, y las autoridades esperan que todos los ciudadanos objetivo que hayan optado por vacunarse lo estén entre octubre y noviembre.

Esta previsto que en torno a esas fechas se celebren, además, elecciones generales en Japón tras el cierre de la legislatura actual.

El Gobierno considera que ese será un buen momento para empezar a relajar restricciones, dado su impacto en las actividades comerciales, y en especial en el sector servicios y el turismo, aunque los expertos sanitarios siguen pidiendo cautela ante la presencia en el país de la variante delta, más contagiosa.

“El virus ha mutado repetidamente en todo el mundo y no muestra signos de desaparecer”, dijo en su comparecencia Suga, que declaró que en su año como primer ministro ha aprendido numerosos lecciones, entre ellas que “el factor decisivo” contra la covid ha sido la vacuna y que hay que aprender a “coexistir con el virus”.

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