Virgen “guardiana” del exilio cubano llegó a Miami hace 60 años en una maleta

Gutiérrez, un antiguo empresario de la construcción ahora jubilado, sigue visitando “cada sábado” a la Patrona de Cuba que él mismo trajo en 1961.

Según afirma a Efe en una entrevista, es algo “milagroso” que esa imagen llegara a Miami un 8 de septiembre de aquel año.

Este día los cubanos celebran la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre y, al mismo tiempo, algunos rinden culto a Oshún, la deidad que la religión afrocubana “sincretizó” en la Virgen católica.

Sin embargo, sobre la llegada de la Virgen a Miami, el padre Fernando Heria, rector del Santuario Nacional de Nuestra Señor de la Caridad, más conocido como la Ermita de la Caridad, tiene su propia teoría.

“Para Dios no hay nada imposible. Vivo convencido de que ella (la Virgen) decidió exiliarse junto a la diáspora”, dice el padre Heria en conversación con Efe poco antes de oficiar una misa solemne.

El religioso, exiliado en Estados Unidos a la edad de 11 años, oficiará la ceremonia junto al arzobispo de la Arquidiócesis de Miami, monseñor Thomas Wenski, en las inmediaciones de la Ermita, que, además, cuenta con un malecón mirando al Atlántico como el de La Habana.

“Nosotros, los católicos, tenemos una relación especial con ella por ser la Madre que nos ha llevado por el buen camino desde que el pueblo cubano cae bajo la pestilencia aquella”, dice el padre Heria en referencia al régimen comunista instaurado por Fidel Castro en 1959.

El rector del Santuario puntualiza que la primera visita que hacen los “balseros” cubanos al llegar a Miami es a la Ermita, para agradecer a la Virgen el haber llegado con vida.

La misa de hoy es el colofón de un amplio programa de celebración por el arribo hace seis décadas y en un avión de esta talla réplica de la que preside el Santuario de la Virgen de la Caridad en Santiago de Cuba.

Desde el pasado 30 de agosto, la Ermita ha convocado, entre otros actos, a una procesión de automóviles con la imagen de la Virgen de la Caridad por las calles del condado de Miami-Dade, con paradas para mostrar a la Patrona de los cubanos y “orar por múltiples peticiones y necesidades”, según la convocatoria.

Hoy, los peregrinos y devotos de “Cachita”, apodo cariñoso que se le da a la Virgen, pasaron por la Ermita para dejar sus flores y ofrendas junto al altar mayor, siguiendo la tradición cubana.

LA VIRGEN ASILADA

En 1961, “yo estaba asilado en la embajada de Panamá (en La Habana). La embajadora de Panamá, Elvira Jovanés de Zayas, y la de Italia, cuyo nombre no recuerdo, se habían puesto de acuerdo para sacar a la virgencita y me dieron un salvoconducto”, narra Gutiérrez, apodado “Guajiro” porque su familia tenía una finca en Colón, una ciudad de la provincia de Matanzas.

“Mi papá era senador en Cuba. Él fue a estudiar a La Habana y cuando empecé a hacer deportes me decían ‘el guajirito'”, explica Gutiérrez, de 85 años, protagonista sin buscarlo de una historia que el exilio cubano atesora hace 62 años.

La imagen de madera de la patrona de Cuba había sido construida por un carpintero ebanista por encargo del párroco Armando Jiménez Rebollar, de la localidad de Guanabo, en la periferia de la capital, según describe en su web la Arquidiócesis de Miami.

La imagen, con las mismas dimensiones que la de Santiago de Cuba, había sido tallada 14 años antes de salir de la isla.

“Luis Gutiérrez, que llevaba seis meses asilado en la embajada de Panamá, la trajo en su equipaje. Se puede decir que la imagen también se había asilado, pues estaba escondida en la embajada de Italia, esperando una manera de salir de Cuba”, detalla la institución religiosa.

A partir del triunfo de la revolución, en la isla fueron prohibidas la religiones de todo tipo y en la vida diaria imperó la ideología marxista-leninista, que no permitía la fe.

“Era una maleta azul de lona, no pesaba mucho. La traje encima de las piernas para que no la llevaran a la bodega del avión”, narra ahora Gutiérrez, que dice estar bien de salud y con fuerzas para asistir hoy a la misa.

A Gutiérrez le habían dicho que alguien estaría en el aeropuerto esperando la imagen, pero nadie apareció, puntualiza.

Lo que se le ocurrió a su llegada fue llevarla a la parroquia local de St. Patrick, y desde allí llamó por teléfono a la persona encargada.

“El día que llegué aquí le hicieron una misa en el estadio de pelota en el Northwest. Anunciaron por radio que la Virgen había llegado de Cuba, se llenó el estadio, aunque yo no pude ir”, cuenta Gutiérrez.

Se refiere al Miami Stadium, más tarde conocido oficialmente como “Bobby Maduro Miami Stadium”, que se usó principalmente para el partidos de béisbol y fue demolido en 2001.

Llevaron la imagen al estadio de Miami donde “Monseñor (Agustín) Román (1928-2012, fundador de la Ermita) iba a tener la primera misa con el exilio. Asistieron 30.000 cubanos del exilio histórico. El 90 % de ellos ya está con Dios”, puntualiza el padre Heria.

“Mi madre, de 94 años, me dijo que quiere ver la misa, pero la verá por YouTube” por precaución, dice el rector del santuario, próximo a cumplir 71 años.

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *