Un juez nicaragüense aceptó procesar a los cuatro opositores, incluido a Mairena, un dirigente campesino que lanzó sus aspiraciones a la Presidencia de Nicaragua el pasado 7 de abril por la opositora Coalición Nacional, que se quedó sin plataforma después de que el Poder Electoral cancelara la personalidad jurídica al único partido de ese bloque que estaba legalizado.
Mairena estuvo en prisión por las manifestaciones contra el Gobierno de Nicaragua que estallaron el 18 de abril de 2018 y un juez lo condenó a 216 años de prisión por la acusación de matar a cuatro policías, y luego fue amnistiado.
Los dos líderes campesinos, el dirigente estudiantil y el politólogo opositor están acusados por la Fiscalía por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, de conformidad con los artículos 410 y 412 del Código Penal, en perjuicio de la sociedad nicaragüense y el Estado de Nicaragua, indicó el Ministerio Público en una declaración.
La autoridad judicial mantuvo la medida cautelar de prisión preventiva a los acusados y remitió la causa a juicio.
El Ministerio Público no precisó el nombre de los jueces que admitieron la acusación.
ORTEGA: «SE ESTÁ HACIENDO JUSTICIA CONTRA LOS TERRORISTAS»
Anoche, el presidente Ortega calificó de «terroristas» a los opositores que se encuentran detenidos por supuesta traición a la patria, y «demonios de sotanas» y «satánicos» a los obispos y sacerdotes nicaragüenses críticos con su Gobierno.
Según el mandatario, sus adversarios «se estaban preparando para repetir la historia (de abril de 2018) y se está haciendo justicia, eso es todo, se está haciendo justicia contra los terroristas».
Ortega se refería a la revuelta popular que estalló en abril de 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que luego se convirtieron en una exigencia de su renuncia debido a que respondió con la fuerza.
En el marco del proceso electoral, las autoridades nicaragüenses han arrestado y/o enviado a juicio a 36 dirigentes opositores y profesionales independientes, incluido siete que anunciaron sus intenciones de aspirar a la Presidencia en los comicios de noviembre, en los que Ortega busca una nueva reelección.
Según el líder sandinista, cuando estallaron las manifestaciones antigubernamentales en abril de 2018 colapsó el sistema de salud y responsabilizó a «los terroristas de saco y corbata que mandaban y le pagaban a los pandilleros para que cometieran tropelías y crímenes».
En los comicios de noviembre, Ortega, un exguerrillero sandinista próximo a cumplir 76 años y que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, busca su quinto mandato, cuarto de forma consecutiva, y segundo con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.