En un comunicado recogido este miércoles por la Agencia Guineana de Prensa (AGP) y fechado el 7 de septiembre, la Asamblea del Pueblo Guineano-Arco Iris (RPG) y otras formaciones aliadas de lo que era el oficialismo guineano aseguraron que «toman nota» del cambio de autoridades como un «hecho consumado», a la luz de los «acontecimientos del domingo 5 de septiembre».
«(El partido y sus aliados) apelan a las nuevas autoridades, como ellas se comprometieron solemnemente, a preservar la integridad física y moral del presidente Alpha Condé y a proceder a su liberación rápida y sin condiciones», recalcó el bloque en su primer pronunciamiento público desde el golpe.
En especial, hicieron hincapié en «velar» por la salud del depuesto jefe de Estado, «sobre todo en este periodo de (pandemia de) covid-19» y afirmaron desear «vivamente el retorno del país a un orden constitucional normal».
El oficialismo, no obstante, manifestó alegría por el «clima de paz» entre la población e invitó al pueblo guineano a continuar obrando «por el bien de todos», incluidos sus propios simpatizantes, a los que instó a salvaguardar «las conquistas, los valores y el espíritu de solidaridad» de la alianza del RPG.
Condé, de 83 años y que dirigía Guinea desde 2010, fue derrocado y detenido este domingo por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército liderados por el coronel Mamady Doumbouya, quien justificó el golpe como una acción para crear las condiciones de un Estado de derecho.
El coronel prometió después «una consulta global para describir las principales líneas de la transición».
Los principales líderes de la oposición guineana respaldaron posteriormente los principios y objetivos manifestados por los golpistas.
Además, a última hora de este martes se ordenó la liberación de 79 presos políticos que se habían opuesto al polémico cambio legal impulsado por el depuesto mandatario para presentarse a un tercer mandato, en principio ilegal, en las elecciones de 2020, que ganó.
Pese a los apoyos en el país, la junta militar, cuyo golpe ha sido condenado por gran parte de la comunidad internacional, se expone a sufrir sanciones de organizaciones como la Unión Africana (UA) o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que suelen imponer esos castigos contra tomas del poder anticonstitucionales.
La UA ya avisó el mismo día del golpe de que tomará «las medidas apropiadas dadas las circunstancias», mientras que la CEDEAO demandó el «retorno al orden constitucional bajo pena de sanciones».
Medios guineanos señalan que este mismo miércoles podría pronunciarse al respecto la CEDEAO, bloque regional al que pertenece Guinea-Conakri, y que la AU podría hacer lo propio al día siguiente, el jueves.