El portavoz del gobierno militar Zaw Min Tun confirmó en declaraciones al portal de noticias People Media que las autoridades retiraron los cargos contra Wirathu, acusado de sedición por el derrocado gobierno democrático de Aung San Suu Kyi.
El monje, cuyos predicamentos se acercan a la posición de los militares, fue liberado el lunes y trasladado a un hospital de Rangún, sin que se haya detallado los motivos de la liberación o la hospitalización.
Wirathu fue acusado de sedición por un discurso pronunciado en 2019 contra el gobierno democrático y, tras permanecer fugado durante varios meses, se entregó en noviembre de 2020 a las autoridades, quienes decretaron su encarcelamiento a la espera de juicio.
El proceso contra el bonzo, que atendió a varias visitas mediante videoconferencia, fue suspendido a raíz del actual brote de la pandemia contra la covid-19, recoge el portal Myanmar Now.
El controvertido bonzo es conocido por sus invectivas contra los musulmanes, incluidos comentarios que alentaron una oleada de violencia sectaria contra la población musulmana de varias localidades centro de Birmania en 2013 y de apoyo a la operación militar que en 2017 llevó a más de 700.000 rohinyás a huir hacia Bangladesh.
La ONU aseguró que hubo «genocidio intencional» en ese operativo militar en el que diversas organizaciones denunciaron todo tipo de abusos contra los rohinyás, incluidos asesinatos, violaciones y quema de casas.
Wirathu era la cara más visible del Movimiento 969, grupo budista que se oponía a la expansión del islam en Birmania, y de la ya disuelta Asociación Patriótica de Birmania -conocida con su abreviatura en birmano Ma Ba Tha- cuya posición islamófoba llevó al gobierno a aprobar varias leyes que discriminan a los musulmanes.
Sus polémicos comentarios, que también incluyen llamadas al boicot de negocios musulmanes y celebrar el asesinato de un abogado musulmán próximo a Suu Kyi, llevaron a Facebook a cerrar su cuenta en la red social y a las autoridades de Tailandia a vetarle la entrada al país donde tenía previsto dar un sermón.
Los diferentes grupos budistas de Birmania se encuentran divididos frente al golpe de Estado militar del 1 de febrero, mientras algunos bozos apoyan la sublevación militar otros defienden al gobierno electo y se han sumado a las manifestaciones en rechazo del mando castrense